La “Revolución
Caliente” e hirviente de Rodolfo Ybarra
POR: VÍCTOR
CAMPOS ÑIQUE
Pareciera que
Ybarra hubiese escrito su reciente libro “Revolución Caliente” (Editorial
Arteidea) hace 3 ó 4 meses, pero lo fue concibiendo hace 3 ó 4 décadas. Y es
que su contenido sigue vigente a pesar del tiempo. Pero, además, leyendo a
Ybarra ha hecho que recuerde al gran escritor peruano, nacido en Coyungo –
Nasca, Grogorio Martínez, pues he hallado en ciertos párrafos, salvando las
distancias y estilos, similitudes en cuanto al planteamiento y organización de
la información. Sé incluso que a Ybarra le hubiera gustado que el autor de
“Canto de Sirena” leyera su libro.
“Revolución
Caliente” me ha permitido conocer un poco más la pluma y la literatura de Rodolfo
Ybarra, aunque ya me había sorprendido al leer su novela gore “Matagente”
(nombre también de un río en Chincha), pero esta reciente publicación de casi
600 páginas ha sido encontrar a un escritor versátil, multifacético, informado
hasta el tuétano, frontal, con oficio, arte y estilo, con un buen manejo del
lenguaje.
Uno inicia leyendo
el libro y se va tornando interesante, pero conforme avanzamos la temperatura
del contenido se incrementa hasta llegar a una suerte de canícula (esta
palabra, curiosamente, es el título de uno de los libros de la obra póstuma de
Gregorio Martínez), aunque antes de finalizar hay un capítulo titulado
“Catálogo de negros elaborado por Sergio”, texto que recoge expresiones del habla
popular y que se yergue como una manera de relajar la lectura, acaso un
paréntesis en la vorágine lingüística, literaria e intelectual del libro.
Ybarra se vale de
hechos, personajes o circunstancias de diversa índole para desarrollar su
prédica prosística, haciéndolo con solvencia y destreza lingüística. La lectura
del libro se hace ligera considerando la cantidad de páginas que tiene, toda
vez que los capítulos son breves y contundentes, salvo excepciones, que en este
caso son los mejores, según mi modesta apreciación.
Notables son sus
“Posible Diario de un Anarquista” e “Historia del Perú”, pero además me permito
anotar textos específicos que resultan ser “joyas” del libro como, por ejemplo,
el titulado “Esquirlas (que se desprenden del propio atentado) y otros textos
escritos en prisión por El Poeta”, en donde platea microensayos sobre lenguaje,
estilo, poética, lingüística, entre otros, prometiendo escribir más ampliamente
al respecto en otra oportunidad. Le tomamos la palabra.
Otro texto es
“Manifiesto de alcantarilla o de rabia”, donde tiene un punto de partida: la
cultura y a partir de allí despliega toda una serie de disquisiciones que son
dignas de leer-se con la paciencia de un alfarero. Tenemos también a “De
incendiarios a bomberos (y viceversa)” en el que cita varios casos en la
historia sobre personajes que cuyas posturas variaron o incurrieron en aporías.
“Palabras de
alcantarilla” y “Contra una sociedad necrofilia y su nepotismo concupiscente”,
“Un conversatorio abierto sobre guerra y literatura”, “Si vis pacem para
bellum”. Estos son textos que en lo personal me han agradado en grado sumo, pero
todo el libro es el resultado de un buen trabajo y escrito no en las mejores
condiciones, según el autor.
Conforme el lector
se va introduciendo más y más en el libro, le resultará entrañable personajes
como Resinoso, Monick, Harter Jarjacha, Sergio, Escarlatina (Escar para los
amigos), BB “La Caballo”, Aníbal “el Poeta”, todos ellos integrantes del grupo
“La Alcantarilla”, pero también debo agregar otro personaje que llamó mi
atención, se trata de Aldo K, profesor de ideología anarquista.
Cada uno de ellos
juega un rol importante dentro de la historia en el libro, pero también cada
uno desde su perspectiva aporta con su propia y particular realidad a la trama
establecida por el autor. Dicho esto, Ybarra logra incrustar en la lectura un
contexto social que no se puede prescindir, por el contrario, lo muestra con
énfasis para que sea motivo de reflexión.
Su “Post Scriptum”
se constituye en el corolario u hoja de conclusiones en donde se señala, en los
últimos renglones, que deja el papel y la escritura de su obra literaria para
ir a la praxis, para pasar a la historia con la acción misma, para asumir un
compromiso que venía pregonando en la teoría o, por lo menos, en el plano de
las ideas, en resumen, podría decirse: pasar de la ficción a la acción.
Lo que Gregorio
Martínez señala en su “Exordio” de su monumental obra “Pájaro pinto” (en sus
tres libros “Orígenes”, “Canícula” y “Sabiduría”) don-de manifiesta: “Más que
un relato de ficción, quizás este sea solo un texto de fricción……..”, podría
aplicarse tranquilamente al libro de Rodolfo Ybarra. Y es que uno puede
discrepar con el autor y hasta le puede caer mal, escribiéndolo bien lo que
expresa, pero se tiene que reconocer el valor inmenso que “Revolución Caliente”
aporta a la bibliografía peruana. He mencionado en más de una ocasión que la
obra póstuma de Gregorio Martínez debiera considerarse como lectura, si acaso
hay una lista de libros para el Bicentenario, pues bien, el libro de Rodolfo
Ybarra tendría que ocupar un lugar privilegiado.
Como chinchano que
soy, me sorprendió leer en la página 284 que el autor mencione a mi querida
Chincha, aunque las circunstancias históricas a las que alude no sean
precisamente las más gratas. En la misma página se cita el nombre de don Urbino
Julve Ciriaco, comprovinciano y constituyente de 1979 por el partido aprista,
muy amigo de mi padre Pedro Pablo Campos Valdez. Yo lo conocí cuando era niño y
observaba que era hábil conversador.
Fue interesante
leer que Ybarra mencione el libro de Louis Pauwels y Jacques Bergier “El retorno
de los brujos”, libro que leí hace años, pero además en “Revolución Caliente”
se cita al periodista y escritor Isaac Felipe Montoro , de quien leí hace mucho
tiempo su libro “La fuga del zorzal”.
“Revolución
Caliente” de Rodolfo Ybarra no sólo es un libro recomendable sino también es
una obra que puede y debe servir para el debate, la polémica, de consulta, de
material bibliográfico para los investigadores sobre nuestra realidad, tan
crujiente e hirviente como aquella revolución que procura en su literatura
nuestro autor.
0 comentarios:
Publicar un comentario