Por: Ed. Dr. Claudia Viveros Lorenzo
Esta semana, en el mercado de futuros de Wall
Street, al igual que el petróleo o el trigo, el agua ha empezado a cotizar en
base al índice Nasdaq Veles California Water (NQH2O). Esto ha impulsado
diversas especulaciones y alarmas, pues algo que debemos tener muy claro es que
el agua es un bien común y de dominio público. Y es importante ir por partes.
Lo que ha empezado a cotizar en el mercado no es el agua en sí misma, sino sus
derechos de uso y por el momento esto, ha sido normal y recurrente en lugares
del mundo con sistema de riego y escasez crónica como en el estado de
California, Estados Unidos o la zona sur de España.
La
cotización de los últimos días, tiene un antecedente desde octubre del 2018, y
el precio ha sido de 486.5 dólares por acre pie, una medida que equivale
aproximadamente a 1,4 millones de litros. Este año en NQH2O subió un 277% en el
primer semestre y bajó un 31% en lo que llevamos del segundo semestre, aunque
se registró cierta tendencia volátil es evidente que se va disparando.
En nuestro país, México, no hay a la fecha,
condiciones para que el agua cotice en la Bolsa Mexicana de Valores, ya que no
existe un índice, lo que solo ocurre cuando hay condiciones de abastecimiento,
política de fijación de precios y control de consumo, a diferencia de la
electricidad, la cual si cuenta con un organismo como el Centro Nacional de
Control de Energía, el cual fija su precio.
Hasta aquí hemos hablado de precios. Ahora me
gustaría tocar el tema del valor. Por qué no podemos perder de vista, que el
agua tiene un valor indispensable en la vida de cualquier especie y por lo
tanto es parte de, como dijimos ya, de los derechos humanos. Porque también es
un hecho de que éste bien empieza a ser escaso y por lo tanto y su precio a
medio-largo plazo subirá. Y este recurso al ser pensado para riego, está
repercutiendo en otro que es: el alimento. Es una cadena, aunque nos quieran
hacer creer que no tiene que ver con el abastecimiento urbano, está más cerca
de nuestras necesidades y consumo. No es para entrar en pánico, pero sí, para sentarnos
a reflexionar como dije antes sobre su valor y como lo utilizamos, porque,
aunque usted no lo crea, a pesar de estar en el 2021 y después de todas las
llamadas de atención que nuestro planeta Tierra nos ha dado este año, seguimos
botándola como si no valiera nada.
Hemos hablado hasta el cansancio de la salud
y el cuidado de nosotros, y hemos enfatizado de lo importante de detenernos a
valorar las cosas simples que, a las finales, son las más importantes.
El agua es un tesoro, no dejemos que se nos
vaya literalmente: entre las manos, mañana puede que no tengamos con que
pagarla.
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