Por: Raúl Sotelo L.
Eran las 10.50 p.m., del 8 de diciembre de
1980, cuando John Lennon y su esposa Yoko Ono salieron a la calle después de
terminar un trabajo musical en el Récord Plant Studio. Al ver a un grupo de
personas que lo saludaban, Lennon hizo detener su auto para atender a sus
admiradores, y, entre la penumbra emergió una voz que lo llamó » Mr. Lennon».
Fué lo último que escuchó, pues un sujeto le
disparó cuatro balazos en el pecho. Mark Chapman que así se llamaba el
atacante, horas antes había conseguido que el músico le autografíe la funda con
el álbum Double Fantasy. El asesino tenía entonces 25 años. Chapman está
recluido en el Centro Penitenciario de Wende, en Búfalo, y quizás para toda su
vida.
En su última audiencia, de las muchas que ha
tenido, imploró arrepentimiento como siempre lo ha hecho ante el juez. Dijo:
«No tengo excusa. Actué para conseguir gloria personal. Lennon era demasiado
famoso, por eso lo maté. Merezco la pena de muerte».
Cuando Lennon terminó de grabar Double
Fantasy, reconoció que ya no escribía buenas canciones. Fue como un presagio,
pues cuatro balas no le permitieron grabar más composiciones ni malas ni
excelentes. Este álbum se puede adquirir en Amazón por 20.39 euros. El que
autografió a Chapman, antes que apretara el gatillo, debe costar una fortuna.
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