sábado, 4 de abril de 2020

Artículo sobre el Coronavirus redactado por el Dr. Honorio Moreyra Villar el 06 del mayo 2003
















EL CORONAVIRUS: UN NUEVO VIRUS PARA UNA NUEVA ENFERMEDAD DEL SIGLO XXI
                                                                        Por el Dr. Honorio Moreyra Villar (*)
Hace exactamente un mes señalé, en este mismo Dia­rio, que un coronavirus po­dría ser el agente causal de la NEUMONÍA ATÍPICA o también llamado SÍNDRO­ME RESPIRATORIO AGU­DO SEVERO O GRAVE, conocido ahora por las si­glas SRAS o SRAG. Hoy con todas las evidencias científicas obtenidos por las pruebas de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR), podemos afirmar que se trata de una nueva en­fermedad y por lo tanto de un nuevo coronavirus (o vi­rus tipo corona), identifica­dos así por poseer en su envoltura externa unas espículas que le dan una apa­riencia de corona y en cuyo interior, como genoma, con­tienen a una molécula de ácido ribonucleico (RNA).
Debemos recordar que los virus no son células, sim­plemente son unas macromoléculas de ácidos nuclei­cos rodeadas de una capa de proteínas y por esta ra­zón no tienen vida propia si­no que necesitan estar de­ntro de una célula para re­plicarse, que no es lo mismo a reproducirse o multiplicar­se.
El Coronavirus del SRAS cada día adquiere mayor importancia, no sólo por las muertes ocasionadas sino también por las grandes pérdidas económicas que causan en los países afec­tados, los cuales están soli­citando la ayuda internacio­nal.
En el anterior artículo mencionaba que hasta el día 03 de Abril, el virus había causado 62 muertos y 1,800 personas afectadas; en tanto los últimos informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que los muertos suman 449 y los afectados 6242.
Aun cuando algunos paí­ses como Taiwán y Canadá, anuncian que la frecuencia de los brotes de SRAS se están reduciendo, la tensión aumenta cuando en Hong Kong se revela que los pa­cientes recuperados de la enfermedad continúan eli­minando trazas del virus por la heces y la orina, aumen­tando los riesgos de conta­gio, con el agravante de que algunos convalecientes pueden sufrir de recaídas.
Los coronavirus son unos virus de amplia distribución en el reino animal, pero ca­da uno es específico para una determinada especie; por ejemplo, en los seres humanos el 30 % de los res­fríos (no gripe) son causa­dos por coronavirus que hasta hace unos meses sólo se les conocía por producir una leve inflamación de las vías respiratorias altas; por el contrario en los animales los coronavirus son capaces de producir graves enferme­dades, tales como la Gas­troenteritis por Coronavirus del perro, Gastroenteritis Transmisible del cerdo, En­teritis Transmisible del pavo, Bronquitis Infecciosa de las aves, etc. Todas estas en­fermedades causan alta mortalidad, pero con el uso programado de vacunas en estos animales se ha reducido su incidencia.  
Una de las varias pregun­tas por responder es ¿cuál es su procedencia? o ¿dón­de se originó el virus? . Pronto lo sabremos, con el estudio del código del genoma del virus que en esta semana deberá divulgarse. Por el momento, podemos decir que el Coronavirus del SRAS es el resultado de una mutación, probablemen­te, de los virus que causan el Resfriado Común de las personas o de uno de los diversos coronavirus que afectan a los animales. Al respecto, investigadores de la Universidad de Hong Kong han asegurado que el virus es de procedencia animal, tal vez recordando lo que sucedió el año 1997 du­rante el brote de Influenza humana en que el virus de Influenza del pato pasó al cerdo y de este saltó al hombre ocasionando varias muertes.
¿Por qué se producen las mutaciones de los vi­rus?
No es novedad, todos los organismos unicelulares, pluricelulares, multicelulares y no celulares mutan o cam­bian constantemente. Algu­nos para sobrevivir ante las agresiones del medio am­biente (antibióticos, sustan­cias químicas y radiaciones ultravioletas mutagénicas) y otros mutan por recibir ge­nes de otros microorganis­mos a través de virus que tienen la particularidad de insertarse a otro genoma.
¿Cuáles son los sínto­mas de la enfermedad?
La persona enferma pre­senta súbitamente fiebre al­ta superior a 38 °C, dolor de cabeza y malestar general, tos seca y dificultad al respi­rar.
¿Cuál es el período de incubación de la enferme­dad?
Desde el momento en que la persona es contagiada o infectada hasta que se ma­nifiesten los primeros sínto­mas de la enfermedad pue­den transcurrir entre 2 a 10 días. En tal sentido, aun cuando se tome la tempera­tura a una persona antes de abordar el avión, los sínto­mas de la enfermedad pue­den declararse en pleno vuelo o tardar unos días pa­ra manifestarse en el lugar de destino, tal como ha ocu­rrido en un caso detectado en Brasil
¿Cómo se produce el contagio?
El contagio se produce por la inhalación de las microgotitas que se expulsan a tra­vés de la tos, el estornudo y la saliva de la persona con SRAS. Debemos tener en cuenta que el virus sobrevi­ve generalmente entre 1 y 24 horas sobre superficies comunes como el plástico, pero en los desperdicios humanos, particularmente heces diarreicas, pueden perdurar hasta 4 días; por esta razón el contagio se produce mayormente por contacto directo y en menor porcentaje en forma indire­cta. Esto también explica e! hecho de que el 85 % de los infectados han sido trabaja­dores de hospitales, espe­cialmente de las unidades de cuidados intensivos.
¿Cómo protegerse del Coronavirus del SRAS?
Las personas que viajen a los países infectados debe­rán utilizar mascarillas a prueba de virus y cada vez que entren en contacto con superficies o material sos­pechoso de estar contami­nado deberán lavarse las manos y desinfectarse con alcohol. Para desinfectar baños y locales de concu­rrencia masiva de personas se deberá usar formaldehído en una solución de formalina al 2%.
*Ex profesor de Microbiología e Inmunología de la UNICA

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