En México ya lo veíamos venir. La suspensión de clases era inminente. Sin
embargo, al ser un suceso, en el cual no tenemos experiencia, está siendo importante
que se cuiden todos los detalles. El aislamiento, está siendo utilizado por
varios países del mundo, como medida de precaución ante el brote de coronavirus
COVID19, el cual se está esparciendo a gran velocidad y cobrando vidas. Se dice
que, hasta este fin de semana, se tienen detectados 150 mil casos en 140
países. China desde el 20 de enero alertó al mundo y accionó. Dos meses
después, empieza a tener un reconocible control sobre la pandemia. Y los demás
países, se encuentran observando y reconociendo, cuáles podrían ser las medidas
más favorables, tomando en consideración los errores de unos y los aciertos de
otros.
Lo cierto es, que guardarse en casa y no exponerse es fundamental. Por lo
que la medida que la Secretaría de Educación, al suspender clases durante un
mes completo, es realmente la adecuada. Ahora bien, es obvio que las
autoridades, no anunciaron esta decisión como cuarentena, porque si de por sí,
el pánico a cundido, al ser tan noveles en estos temas, la ciudadanía podría
caer en una histeria poco controlable.
Se comunicó que se adelantaban vacaciones. Y esto es
un arma de doble filo, ya que, al no sembrar pánico, también no se está
alentando a la ciudadanía a tomar la seriedad en el asunto. Muchos saltaron de
alegría y corrieron aprovechar ofertas.
Hay paquetes turísticos que están hasta en un 70% debajo de su precio normal y
obviamente son muy atractivos. Pero repito, no son vacaciones. Muchos entonces,
dirán: ¡qué mala suerte! ¿Tengo que quedarme encerrado…? La respuesta rotunda
es: sí.
Todos deberíamos guardar la cuarentena. Y no verlo como un encierro, los
que tienen la fortuna de poder permanecer en casa y no tener que exponerse,
pueden tomarlo como un tiempo magnífico de convivencia, de esparcimiento sano,
de autocuidado, al mejorar su dieta, tomar vitaminas, alejarse del estrés y
hasta de aprovechamiento para volverse más eficaces y aprender nuevas formas de
aprender.
Aquí la cosa es llevar a cabo la encerrona, tal como lo marca la regla. Por
propia salud y por responsabilidad social. No se exponga ni exponga a los demás,
pero sobre todo, tómelo con calma. Es increíble el desabasto y el alza en los
precios, que se está viviendo, por las llamadas “compras de pánico”. No permita
que estos abusos se den y que otros estén saliendo “ganones” por dejarnos
llevar por la desinformación. No absorba los dichos superfluos de las redes
sociales, donde la mayoría opina sin fundamento. Trate de ir a fuentes serias y
fidedignas. Lea todo lo referente al tema y forme su propio criterio con
inteligencia y análisis.
Estoy segura, que en treinta días, todo volverá a la normalidad y saldremos
victoriosos de la situación, si ponemos el empeño necesario y seguimos las
recomendaciones al pie de la letra. Recuerde que el lavado de manos es fundamental.
Los veracruzanos traemos en la sangre el vacile, y siempre nos gusta tomar las
cosas lo más livianamente posible, pero esta vez, es preciso que lo dejemos a
un ladito y ACTUEMOS CON CONCIENCIA. Pongamos el ejemplo. Todos saldremos
beneficiados. Ojalá el gobierno peruano accione pronto y tome como punta de
partida lo que los países hermanos están llevando a cabo.
Comentarios: draclaudiaviveroslorenzo@gmail.com
México 15.3.2020
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