Por:
Oscar Velit Bailetti
En ésta Cuaresma tenemos que entrar en nosotros mismos.
El Papa Francisco nos dice: “Tenemos que regresar al Padre:”
Tú dirás. No Padre, “Yo tengo vergüenza de regresar:”
Porque Ud. Sabe he hecho tantas cosas malas. ¿Qué cosas nos dice el Señor?; ¡REGRESA! .
Yo te sanaré de tus enfermedades, te sanaré
profundamente, porque mi ira se ha alejado. Seré como rocío, florecerás como un
árbol de Líbano. ¡Regresa! a tu Padre que te espera.
El Dios de la ternura que nos sanará de tantas, de
tantas heridas de la vida. Y de tantas cosas malas que hemos hecho. Cada uno
tiene las suyas. Pero pensar en eso regresar a Dios, regresar al abrazo, al
abrazo del Padre. Y pensar en esa otra promesa que hace, en Isaías aparece: tus
pecados son feos como la escarlata: “Yo los haré blancos como la nieve.”
“Él es capaz de transformarnos, es capaz de cambiar el
corazón. Pero; quiere que demos el primer paso. ¡¡REGRESA!!. No es ir a Dios,
es regresar a casa. Y la cuaresma siempre indica esta conversión de corazón.
Las costumbres cristianas, siempre toman cuerpo en el sacramento
de la confesión. Es el momento no sé, no lo podría decir, es el momento de
sacar cuentas. No me gusta esto. Es el momento de dejar que Dios nos
emblanquezca, que Dios nos purifique, que Dios nos abrace. Yo sé que muchos de
Ustedes para la Pascua, van a confesarse, para reencontrarse con Dios.
Pero muchos me dirán, pero; Padre: Donde puedo
encontrar a un sacerdote, un confesionario, porque no se puede salir de casa.
“Yo quiero hacer la paz con el Señor, Quiero que él me abrace porque es mi
Padre.” Como puedo hacer si no encuentro sacerdote.
El Papa nos dice:” Has lo que dice el Catecismo de la
Iglesia Católica 1452. Es muy claro, si tú no encuentras un sacerdote para
confesarte. Habla con Dios. Es tu Padre. Y dile la verdad.
Señor, he hecho esto, esto otro…….Perdóname…. Y pídele perdón con todo
el corazón; delante de ÈL, prométele que luego te confesaras. Pero habla
enseguida, y te llagará la Gracia de Dios.
Tú mismo te puedes acercar como lo enseña el catecismo,
al Padre Dios, sin tener cerca un sacerdote. Es de ustedes, es el momento
justo, el momento oportuno; un Acto de Contrición, de dolor, bien hecho. Y así
nuestra alma se convertirá blanca como la nieve.
Sería bonito que hoy en nuestros oídos resonase este
regreso.: “REGRESA A TU PADRE”, regresa a tu Padre que te espera………y hará
fiesta.
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