Prevención y Programas de Tratamiento
III
Por: Oscar Velit Bailetti.-
Especialista en Seguridad Ciudadana
El abuso sexual infantil es el resultado de la
conjunción de una serie de factores; no hay un único factor causal. Por ello,
es importante trabajar y promover los factores de protección y e- valuar los
riesgos añadidos procedente de las llamadas “poblaciones de riesgo”, pero sin
estigmatizarlas.
Asimismo, existe otra síntesis que ordena los factores
de protección y riesgo según su ámbito de influencia, no sobre su capacidad de
protección del niño o niña. Según esta clasificación, los factores
de riesgo serían los siguientes:
1. INDIVIDUALES: -Factores parentales: Historia de malos tratos
o abandono. En concreto, tener una madre con historia de abuso
sexual infantil. Rechazo emocional en la infancia. Carencia de vinculación afectiva en la
infancia o de cuidado. Ignorancia sobre las
características del desarrollo evolutivo y sexual del niño y sus necesidades. Historia de
ruptura familiar. Bajo nivel de inteligencia.
Pobre
autoestima. Falta de capacidad empática. Pobres
habilidades sociales. Poca tolerancia al estrés. Problemas psicológicos. Madre
enferma, discapacitada o ausente del hogar. Por ejemplo, una madre que trabaje
fuera del hogar por la noche.
-Factores relacionados con las características del
niño: Introvertido. Aislado
socialmente. Problemas de conducta. Temperamento
difícil. Discapacidad física o psíquica.
2.FAMILIARES: -Relación padres-hijos: Desadaptada.
Ciclo ascendente de agresión. Técnicas de disciplina coercitiva. Falta de vinculación afectiva. -Relación de
pareja: Conflicto conyugal. Violencia y
agresión en la pareja o hijos no deseados. –Configuración familiar: Tamaño excesivo familiar. Familias
monoparentales. -Aislamiento social de la familia.
3. SOCIOCULTURALES:-Ámbito laboral. Desempleo. Pobreza. Pérdida
de rol. Insatisfacción laboral o tensión en el
trabajo. -Red psicosocial de apoyo: Aislamiento. Pérdida. Alta movilidad Escasa
integración social. -Factores culturales: Legitimación
de la violencia. Aceptación del castigo físico. Actitud
hacia la infancia, hacia la mujer y la familia. Vulneración
de los derechos de la infancia.
TESTIMONIO
REAL.-
"(...) Soy consciente de que los chicos como
yo, en su gran mayoría, cuando llegan a ser padres, repiten la historia. Eso me
preocupa y me hace daño el pensar que pueda ser así. Si ustedes pueden hacer
algo, impídanlo, no pueden dejar que esto ocurra. Estas situaciones aberrantes
son dignas de muerte y no quiero terminar así con mis hijos si un día los
tuviera. Todos los padres deberían estar seguros de poder mantener a un hijo
con las condiciones morales y físicas y si no que no lo tengan. Pese a todo, lo
que ahora importa es mi familia e ir adelante por el duro camino de la vida,
paseando por la crisis y avanzando juntos para poder reírnos del pasado e ir
preparados para el futuro .Lo podemos conseguir con unidad y entereza".
ABUSO SEXUAL INFANTIL (IV)
Por: Oscar Velit Bailetti.-
Especialista en Seguridad Ciudadana
VARIABLES DE CATEGORIZACIÓN. Además de
establecer una tipología de maltrato, es importante valorar la gravedad del
mismo para la persona que lo vive. Son factores
que evalúan la gravedad los que a continuación se detallan: Severidad de las lesiones y/o
frecuencia del maltrato. Cercanía temporal del incidente con respecto a la
fecha de investigación. Localización de las lesiones. Historia
previa de informes de maltrato o abandono. Los efectos de la vivencia de un
abuso en el desarrollo evolutivo del niño varían enormemente según las
siguientes categorías: La duración del abuso
(abuso prolongado/esporádico) y la frecuencia del mismo. Cuanto más frecuente y
más prolongado en el tiempo es el abuso, más graves son sus consecuencias. La intensidad y el tipo de abuso. Depende del
tipo de abuso al que sea sometido un niño, si se usa o no violencia, si hay o
no penetración, las consecuencias que éste tenga en su desarrollo. El uso o no
de violencia física (agresión sexual/abuso sexual). Es importante entender que
la relación en esta variable no es directa y lineal. Hay casos de abuso sexual
en los que no se emplea la violencia pero si manipulación,
amenaza o engaño, como suele suceder en los casos en los que el agresor es
conocido por la víctima para evitar que ésta revele el abuso, que tienen
efectos mucho más profundos y dañinos en el desarrollo del niño de lo que puede
tener una agresión sexual puntual, aunque haya violencia física. En otros casos
no será así, pero es importante la evaluación individualizada de cada caso, cara
a su abordaje terapéutico sin ningún criterio a priori. La
edad del agresor y de la víctima. Tampoco este factor presenta una relación
lineal, depende del caso individual. Existen casos de abuso sexual entre iguales
con consecuencias gravísimas para el niño o niña. Sin embargo, en principio la
diferencia de edad es un agravante, porque acrecienta el abuso de poder,
dificultando al niño la revelación y, por lo tanto,
haciendo más probable su revictimización.
La identidad del
abusador (abuso intrafamiliar/abuso extrafamiliar), es decir, la relación
previa existente entre el agresor y la víctima. Las consecuencias de un abuso
son siempre mucho más graves cuando existía una relación afectiva previa entre
el agresor y la víctima. Características de
personalidad del niño. Variables como su asertividad o sus habilidades sociales
y cognitivas modulan los efectos de la vivencia del abuso sobre el niño. Ejecución y motivación. Los efectos del abuso
sexual en la víctima vienen también condicionados no sólo por la ejecución del
abuso, a la que se refieren todas las variables anteriores, sino a la
motivación que guía el mismo. Número de
abusadores. Cuando el abuso ha sido perpetrado por varios agresores, la
gravedad de las consecuencias para la víctima se incrementa. Influencia del entorno de la víctima, en tres
vertientes:
• Su reacción ante la revelación del abuso y su postura
frente a la víctima, especialmente en los casos de abuso intrafamiliar. Si el
entorno se configura como un apoyo y una protección eficaz para el niño, con
una actitud desde el principio de respaldo y creencia incondicional, en ningún
momento de negación ni de catastrofismo, las consecuencias del abuso para el
menor se reducen drásticamente. Éste es un factor clave en la recuperación de
los niños y niñas víctimas de abuso sexual.
• La prontitud y
eficacia de las medidas adoptadas por el entorno próximo en el proceso de
detección y revelación.
• El hecho de que se proporcione atención a la familia
y a la red social del niño, para que sepan cómo abordar el problema con el
menor y puedan sostenerlo.
Implicación de la víctima en un procedimiento judicial.
Está probado que las personas víctimas de abuso sexual, sean niños o adultos,
que además se implican en un procedimiento judicial sufren una revictimización
secundaria que agudiza el perjuicio que la misma vivencia tiene en la persona.
“Una de las cosas que han de quedar claras es que no todas las personas que
sufren abuso sexual en su infancia quedan “marcadas” o “traumatizadas”. La
elaboración de una vivencia como ésta es individual, y como tal, el curso puede
variar enormemente de una persona a otra. Hay factores que juegan un papel
esencial en la asunción del abuso por parte de quien lo vive: • Tener o no una
red de apoyo psicosocial. • La actitud de esta red psicosocial ante la revelación
del abuso. • Recibir o no un apoyo psicológico. • La identidad del abusador. •
El verse obligado o no a seguir conviviendo con el abusador. • La prontitud y
efectividad de las medidas sociales y judiciales tomadas por el entorno del
menor. • La revictimización secundaria que la víctima puede vivir durante el
procedimiento penal.
Otro factor que resulta clave a la hora de analizar las
consecuencias del abuso sexual infantil es el componente de género. Parece que
las secuelas más frecuentes en las niñas son la ansiedad y los problemas de
autoestima, entre otros, y en el caso de los niños, sin embargo, son el fracaso
escolar y los problemas de inadaptación social.
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