“El show debe continuar”, es una frase atribuida a Charles
Aznavour, francés nacido el 22 de mayo de 1924, considerado a nivel mundial
como “el embajador de la canción francesa”, la cual dijo una vez que se
descompensó en el escenario, expresándoselas a su hija para indicarle, que por
nada del fundo la función podía detenerse. A finales de los 80, sirvió como título de una de las canciones
emblemáticas de la Banda Inglesa Queen, la cual fue grabada cuando Freddie
Mercury, ya estaba siendo consumido por los efectos del VIH y apenas podía
mantenerse en pie. A pesar de eso, el cantante, que siempre fue impecable con
su trabajo, la grabó en una sola toma.
Esta increíble canción nos marca, que pase lo
que pase, debemos seguir adelante, lo invito a tenerla presente y considerarla
en definitiva, parte de nuestra programación. Hay ocasiones en que creemos que
es realmente difícil hacerlo, sentimos que todo el panorama se ha volcado en
obscuridad absoluta, pero un hecho es, que el sol siempre sale de nuevo, de
nosotros depende, como tomar ese tiempo de obscuridad.
Tenemos dos opciones. La primera es renegar, pelearnos con el mundo
y sentarnos a llorar y maldecir nuestra malísima suerte, y la segunda,
aprovechar ese tiempo, para construir, desempolvarnos, volver a mirarnos,
reflexionar, tomar fuerzas y renovarnos con una actitud mucho más fuerte. Ojo,
estas líneas no son parte de un manual de coaching (de esos que están tan de
moda). Lo que sí podrían ser, es un pequeño impulso a que cada uno de nosotros
reconozcamos, que solo en nosotros está el poder para seguir, nosotros como los
entes maravillosos que somos y cual fuimos diseñados, tenemos todas las
herramientas para salir adelante.
Llegamos solos a este mundo
y solos nos iremos. No hay por-que temer a esa soledad que es principio de
todo. Porque somos únicos e irrepetibles y ese sentido único, nos hace
especiales y diferentes a todo. Ese sentido único, nos hace responder
heterogéneamente, con la peculiaridad innata que nuestros sentidos pueden
imprimir. El show debe continuar, y debe ser cada vez mejor. Porque somos los
artistas que esculpen su propia vida, y tenemos el maravilloso regalo del día a
día, para hacer de ello, una historia inigualable, de todos los colores, con
todas las posibilidades. No se canse de experimentar, de aprender, de soñar.
Enfrente con valor y nunca ceda, pues por muy difícil que parezcan, los
problemas pasas y las oportunidades vuelven a llegar, y cuando eso pasa al
mirar atrás, seguramente lo hará con harto orgullo de saber, que salió victorioso,
que nada ni nadie lo derrumbó; pero
sobre todo que fue capaz de sortear la tormenta y que una vez más salió airoso.
Y por favor, no espere hacerlo todo de una. Téngase paciencia, deje de ser tan
crítico y tan exigente consigo. Ámese, dese la oportunidad de cuidarse, de
abrazarse, de darse el tiempo necesario para poco a poco ir descubriendo sus
áreas de oportunidad, escuche y observe a su alrededor y aprenda también de los
demás para así, obtener las fortalezas
que lo mantendrán más firmes para la próxima vez. Porque sí, un hecho
indiscutible es, que habrá próxima vez, pero lo maravilloso será que esa,
llegará ante un ser mucho más rico, más resistente, con toda la experiencia que
la vida le ha dado y que ha sabido transformar en grandes enseñanzas. Y usted
tendrá todas las armas para salir avante, sin detenerse y caminando siempre
hacia adelante, porque el mundo no va dejar de girar, y está en cada uno de
nosotros, girar junto con él, aprender a bailar esta tremenda melodía llamada
vida.
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