sábado, 8 de febrero de 2020

Se acentúa el problema del agua potable sin que autoridad alguna se pronuncie, lamentándose que el gobierno no tome acciones: Chincha


El racionamiento del agua potable que viene haciendo la empresa Semapach a la población chinchana, se viene agudizando, afectando enormemente a la población por la falta de este líquido para atender sus apremiantes necesidades.
Al parecer el Gobierno Central, el Ministerio de Vivienda o la presidencia de la república no se ha enterado de este grave problema de la provincia de Chincha, ciudad ubicada a solo 200 kilómetros de Lima.
Hace pocos días un grupo de moradores iba a realizar una movilización de protesta en la ciudad de Chincha Alta, pero fue denegada por la Subprefectura por no reunir los requisitos que norman las autorizaciones, caso lamentable de los organizadores, que no tuvieron asesoramiento para tal fin.
Este caso fue criticado duramente por la población, pero las autoridades políticas se ciñen a normas establecidas. El caso era extraño porque se trataba de una protesta pacífica y nunca ninguna autoridad política ha denegado autorizaciones cuando la población reclama lo justo sobre todo la atención a elementales servicios como es el agua potable.
Solo  hace muchos años,  se negaba autorizaciones a movilizaciones públicas en la época del terrorismo, por lo que las autorizaciones a estas convocatorias está normada y la población tiene derecho a expresar sus reclamos públicos amparados en la Constitución.
El caso se agrava y llama la atención el silencio del gobierno central, porque cuando llegan los ministros o representantes del gobierno a esta provincia, ninguna autoridad les informa públicamente a los ilustres visitantes que Chincha no tiene agua potable.
La población en general debe conocer lo que genera este problema de la falta de agua potable, pues era conocido que anteriormente los pozos tubulares de propiedad de Chincha eran los que estaban listos a suplir cualquier emergencia; ahora no se sabe si los pozos tubulares de Chincha, están operativos, ya no sirven o se han vendido.
Lo grave es el silencio del problema y deben ser las autoridades las que deben informar en sus intervenciones públicas sobre la problemática local para que las autoridades nacionales hagan eco del problema y busquen la inmediata solución a la falta del agua potable.

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