El sueño de
Maluma
Maluma cumplió el sueño de su niñez: se compró un avión privado. Lo
publicó en Instagram con llanto en los ojos y los comentarios de sus
admiradores llovieron. Algunos, secundando y felicitando la situación. Muchos
otros, alegando la poca humildad del cantante colombiano. Las dos posiciones
fueron validas, pero no fue lo más alarmante del mensaje.
Lo que me preocupa es el hecho escondido. El mensaje oculto que a
la generación de millenials y post millenials, Juan Luis Londoño Arias, mejor
conocido como Maluma, está dando a miles de jóvenes que se clavan ahora en la
cabeza que los sueños por realizar están enfrascados solo en el poder
adquisitivo y en lo superfluo de poder obtener cosas materiales. Luego
entonces, si estas por cumplir 30, y no has logrado comprarte un avión privado,
eres un perdedor y Maluma, el interprete de óperas primas como Felices los
cuatro o Cuatro babys, un ganador. ¡Viva Maluma!.
De los más de 7 billones de seres humanos que habitamos este
planeta, estoy segura, que muy pocos,
están en la posibilidad de
cumplir el sueño de volar en un avión, imagínense, si podrán comprarse uno. Y
es que, ¿es tan importante realmente?¿Cuáles deberían ser los sueños que en el
2019 deberíamos tener?
Yo sinceramente sueño, con que los 30 años que nos vaticino la ONU
de vida en el planeta se amplíe por lo menos al doble. Que podamos reducir
realmente la producción de plástico y que no sea solo una falacia
mercadológica. Sueño que la selva la condona, se rehabilite y podamos aspirar a
respirar mejor oxigeno y reducir el calentamiento global. Que los mares puedan
estar menos contaminados y que resolvamos pronto el problema de los deshechos.
Sueño que mis hijos tengan un mundo laboral menos apretado y mejores
prestaciones. Que estos ajustes neoliberales, que cada vez hacen que
los profesionales se vuelvan esclavos de cuello blanco, se aflojen
y permitan mejor calidad de vida y que ésta sea lo más reconfortante y
tranquila posible. Sueño con que los problemas de violencia y discriminación se
erradiquen, que la paz reine en todos los hogares, que la educación pueda
acceder a todos y todas sin restricciones, que los gobiernos sean justos y
brinden a cada uno de sus pueblos las posibilidades reales de vivir cada vez
mejor, con oportunidades reales de desarrollo. Que la televisión basura se
acabe y que exista un real control en la web, que ayude a que este mar de
información se encauce en opciones completamente positivas sin dejar espacio
para el descontrol y el ataque cibernético cobarde Que la hambruna acabe, que
todos tengan agua potable. Que amanezcamos cada vez más hermanados y sin rastro
de envidia ni ambición. Que encontremos la cura para el cáncer y el VIH. Que las guerras terminen y que no exista
sobre la faz de la tierra un arma. Un sueño real debería ser felices y no tener
maldad en el alma. Dejar el tema monetario de lado y valorar más las cosas que
no se pueden comprar. La compañía del ser amado y la familia. El poder ser
dueños de nuestro propio tiempo. Que todos tengamos consciencia plena de la
maravillosa oportunidad que tenemos de vivir. De respirar un día más y tener
salud. Sueño que cada uno de nosotros pueda sentir amor por sí mismo y por
supuesto, amor por el prójimo.
Y por qué no, que el regaetton se deje de escuchar de una buena
vez.
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