martes, 29 de octubre de 2019

EL CRIMEN ORGANIZADO Por: Oscar Velit Bailetti. –



Especialista en seguridad ciudadana
La delincuencia en los actos delictivos muestra una fuerte especialización; como se puede apreciar en algunos casos de criminalidad que se viene detectando, como el tráfico de drogas o la trata de personas, donde sus explotaciones sexuales son llevadas a cabo no de manera individual, sino por grupos delincuenciales bien estructurados y que asumen el crimen como empresas, como negocios.
El crimen organizado es un tipo de criminalidad compleja en estos últimos años donde ha ido evolucionando en especialización y sofisticación. No busca el poder político, pero si influir en las decisiones de malos agentes estatales con la finalidad de beneficiar sus redes y consolidar sus empresas ilícitas, valiéndose de la corrupción de funcionarios y debilidades con que actúa el sistema de control, y de la obstaculización de la justicia y la violencia.
Nuestras autoridades deben enfrentar con seriedad el crimen organizado, no aisladamente; sino en conjunto y que incluya el fortalecimiento del sistema de justicia. En estas organizaciones delictivas, se compromete la participación de algunos funcionarios claves en su entidad para que estos hechos en algunos casos pasen desapercibidos.
La efectividad de los tribunales se ve sumamente impedida cuando los funcionarios encar-gados de la persecución penal, pueden ser blanco de infiltración, intimidación y/o agredidos o removidos por el crimen organizado.
Por eso se debe tener en cuenta que el sistema garantice la selección de las personas idóneas encargadas de la investigación de la persecución penal, que cuenten con especialización en la materia, incentivos salariales y protección especial de su integridad física. Este personal debe ser rigurosamente seleccionado y capacitado para enfrentar juicios complejos, que requieren de una investigación más rigurosa, así como de mayor concentración y análisis respecto de los procesos seguidos en la persecución de la delincuencia.
Las Juntas vecinales (JUVES) pueden identificar fácilmente en su sector estos actos delictivos de crimen organizado, que luego junto al alcohol (comercialización de licor adulterado), son el detonante de la violencia familiar, asaltos, robos y otros actos de criminalidad.
Por lo que deberá tenerse en cuenta un plan de protección especial, al acceso de las víctimas y los testigos; para evitar y resguardar un riesgo para su integridad física o la de su familia.
Las JUVES deberían contar con personal capacitado en inteligencia los mismos que no participaran de desfiles o actos especiales con el resto de integrantes.
Existen muchas personas honradas y honestas que colaborarían secretamente.

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