Educación Humanista para el Perú
La educación es primordial. En
México, como en la mayoría de los países es un tema que siempre está a la orden
y más ahora que estamos viviendo una “cuarta transformación”. El interés por el
avance de ésta, se viene plasmando desde los años 40 y ha ido avanzando cada
vez que hay un cambio de gobierno, cada presidente ha hecho propuestas y
reformas que han marcado una pauta a seguir, dependiendo el contexto histórico
en el que le ha tocado gobernar, entendiendo que hay que acoplarse a las
necesidades del mundo. Estamos en pie de lucha tratando de dirigirnos ahora a
una educación humanista, poco comprendida, pero actual y a la vanguardia, ya
que en este mundo tan industrializado y global necesitamos centrarnos de nuevo
en el ser.
El Perú ha tenido tres procesos de
reforma educativa. La reforma civilista en los años 20, donde las ideas
predominantes a enseñar se centraron en el desarrollo económico para el progreso
de la educación, buscando cobertura y universalización en todas las comunidades, la educativa en el
gobierno de Juan Velasco Alvarado, con postulados de libertad, individualidad,
interés y paidocentrismo, y la reforma educativa neoliberal de Alberto
Fujimori, la cual enfrentó objeciones en aspectos como: el enfoque pedagógico
constructivista, la gestión administrativa, la calidad y equidad educativa, la
situación del gremio magisterial y el financiamiento, el cual cayó de invertir
455 dólares por alumno en 1966, a gastar solo 153 en los años 90, y estos, al
entrar en comparativa con los 5371 que destina EEUU a sus estudiantes o los
1807 que dirige Chile a los suyos, remarca, que el Perú, solo destina el 2.8%
de gasto público en su educación.
Pero más allá de todos los esfuerzos
que sabemos, son importantes para llevar educación a un pueblo, hoy quiero subrayar
la imperiosa necesidad de centrarnos en el contenido, más que en la forma.
Educarnos siempre nos dará una
posición dignificante. Una postura que nos aleja de la barbarie y nos acerca a
lo intelectual y también a lo espiritual y la peculiaridad humana. La educación
ha fortalecido y ha establecido diferencias entre estratos sociales, ha fungido
de instrumento servil al mercado, orientada a una perspectiva desarrollista,
buscando solo progreso material.
Comencé hablando de lo que está
pasando en mi país, porque al conocer el gran reto al que se está enfrentando,
me saltó la duda sobre lo que el Perú está haciendo actualmente en esta
materia, siendo un país que está viviendo un gran momento de crecimiento y
estabilidad económica, es urgente tomar el sartén por el mango y poner atención
en obtener una educación acorde al mundo que nos enfrentamos, la cual pueda contrarrestar los problemas sociales a
los que nos enfrentamos diariamente. Necesitamos educación significativa, una sociedad
coherente requiere no solo enfatizar en lo cognitivo, sino también en lo
afectivo. El civismo, la educación en valores, la ética y la filosofía son
herramientas (por mencionar algunas) para la formación del ser, para la transformación
y buena organización de la convivencia social.
Una sociedad humana, es aquella que
está constituida por hombres instruidos, con capacidad de tomar decisiones y
resoluciones, no desde un punto de vista domesticado, sino dotado de esperanza,
inclusión, respeto, justicia, que los hace ciudadanos conscientes y preparados
para vivir en armonía y funcionalidad.
Hay que enfocarnos en que se puedan
llevar contenidos que sirvan de cimiento y crecimiento del “ser y bien
hacer”. Se debe tomar seriamente el tema, estamos a tiempo y no hay que dejar
todo el trabajo solo a la escuela, hay que empezar también desde casa.
Ed.
Dr. Claudia Viveros Lorenzo
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