OCULTAMIENTO DE OCURRENCIAS DELICTIVAS O DE TRANSITO PERJUDICA TAMBIÉN
AL GOBIERNO
Al parecer existe un error el de ocultar
las ocurrencias de actos delictivos que se suceden a diario en distritos y
provincias del país, o informar a la ciudadanía los accidentes de tránsito
cuyos protagonistas son conductores de vehículos motorizados que incurren
muchas veces en negligencia, creyendo tal vez que evitando que la población
conozca los hechos, se puede mejorar la imagen de una institución o pretender
ocultar y decir que en los pueblos todo ocurre con normalidad; que no hay robos,
no hay asaltos, no hay conductores de vehículos ebrios que manejan sus máquinas
de forma irresponsable, o decir que existe plena tranquilidad en una ciudad.
Esta situación anormal, no solo perjudica a
la población, porque desconocería la forma o modalidad que viene adquiriendo la
delincuencia para lograr sus objetivos, y que estas pueden ser víctimas de
estas situaciones; esto es el caso en la delincuencia, y lo que respecta al
tránsito, la población se puede tomar mal concepto de que nuestras autoridades
son ineficientes, actúan mal o hacen algún arreglo para lograr beneficios personales.
Pero esta modalidad puede tener alcance o
repercusión en nuestras autoridades nacionales, vale decir en el gobierno que
preside actualmente el Ing. Martín Vizcarra, que los privaría de tomar acciones
a mejorar cualquier situación que realicen las autoridades y traigan por lo
bajo las buenas acciones en la que está empeñada el supremo gobierno.
Son los periodistas que tratan en lo
posible de confirmar un hecho delictivo o un accidente de tránsito con
culpabilidad de alguno de los protagonistas, y al no lograr la confirmación policial,
solo se llevan de lo que dicen los transeúntes que siempre vierten el término
que vociferan: “que todo lo arreglan las autoridades”.
Esto no puede ser, siempre a través de los
años, las autoridades han brindado todas las facilidades para que el periodismo
confirme un hecho y lo entregue a la población a través de sus medios,
radiales, televisivos o por medio de la prensa escrita.
Entonces, es necesario que nuestras
autoridades del Ministerio del Interior y todas autoridades superiores, ratifiquen
los informes que les envían las autoridades de cada pueblo con el desarrollo de
unas inspecciones inopinadas de las autoridades policiales y todas en general,
dando oportunidad también a que los periodistas conozcan esta labor del
Ministerio del Interior, a fin de acabar con la lacra de la corrupción que se
viene descubriendo por cada nivel.
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