Prof. Rafael
Andrés Yáñez Apolaya
rafo_yanez@yahho.es
En primer
lugar vamos a dar a conocer el concepto de disciplina: se dice que es un conjunto
de normas o reglas de comportamiento que, tras su cumplimiento, se puede
mantener el orden y la subordinación.
En
ese sentido éste vocablo nos da a entender que existe una relación de autoridad
y subordinación, en la que una persona dirige y ordena y a otra se somete v
obedece,
En
el contexto escolar la disciplina es uno de los temas más controversiales, pues
por un lado hay un sector de padres de familia que manifiesta que se debe
imponer una disciplina rígida y autoritaria, mientras que el otro sector solicita
una disciplina en la cual vaya orientada a la interiorización de normas como al
desarrollo del autocontrol personal de cada estudiante.
Para
lograr la segunda opción se debe ayudar a que los estudiantes puedan construir
disposiciones internas que les permitan respetar las normas de convivencia con
sus pares y adultos en los diversos entornos, y desde luego, para asumir y
cumplir las normas sociales existentes en los diversos espacios y tiempos.
Cada
alumno tiene características diferentes, es por ello que deben tener sus
respectivos espacios y tiempos para expresar lo que sienten. Cuando ellos puedan
expresar sus preocupaciones, frustraciones, malestares, están menos propensos
emocionalmente a mostrarse de manera agresiva e intolerante en sus relaciones
interpersonales con sus compañeros, maestros y padres, así como para desacatar
los límites establecidos en el colegio, la casa y la comunidad.
Cuando
el educando incurre en una falta, por más pequeña que sea, debe recibir la
sanción correspondiente, pero tratando de que haya coherencia entre las
características y duración del castigo y el tipo de falta. Por eso, además de
las sanciones respectivas es indispensable siempre identificar las causas que
determinan los problemas de disciplina tomando acciones reparadoras a cambio de
represoras. Por ello, es indispensable que por lo menos las horas de tutoría se
conviertan en estos espacios donde los límites disciplinarios deben ser claros,
de manera permanente y sobre todo factible de ser cumplidos por los alumnos.
Ellos deben saber que la normatividad existe para respetarse y
cumplirse. Es importante que los tutores, docentes y demás agentes educativos
involucrados en la disciplina escolar tengan claro que detrás de cada
comportamiento, individual o grupal, hay situaciones latentes que determinan
esas actitudes.
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