Treinta y
cuatro integrantes de “Los Injertos de Nuevo Ayacucho” fueron detenidos esta madrugada
durante un megaoperativo. Solo el año pasado habrían perpetrado ocho asesinatos
en esta parte del país.
Una peligrosa organización criminal a la que se le
atribuía múltiples asesinatos en su afán por apropiarse ilegalmente de terrenos
al sur de Lima, valiéndose de la extorsión y el sicariato para amedrentar a sus
víctimas, fue desarticulada esta madrugada por la Policía Nacional.
Se trata de la organización criminal “Los Injertos
de Nuevo Ayacucho”, una mafia conformada por falsos sindicatos de construcción
civil y un brazo armado al servicio de Yosbel García Buasbek, autoproclamado
alcalde delegado de la Asociación Nuevo Ayacucho, ubicada en una zona conocida
como Pampas de Concón, en el distrito de San Vicente -Cañete.
La acción policial incluyó el allanamiento de 50
inmuebles y siete celdas de reos en cárcel. Se logró capturar a 34 de sus integrantes,
e incautar varios vehículos, armas de fuego y un aproximado de S/ 25.000 en
efectivo, escondidos en las viviendas del cabecilla y de la presunta tesorera
de la organización criminal.
El megaoperativo, denomina-do “Felipe Carmelo” en
memoria de un policía que fue abatido por delincuentes en Barrios Altos, contó
con la participaron 1.500 policías de la Dirección
de
Investigación Criminal (Dirincri) y de distintas unidades de la Región Policial
de Lima.
Según las investigaciones policiales, García Buasbek
era el encargado de traficar con los terrenos que invadía de manera violenta,
como parte de su bús-queda constante para expandir su jurisdicción. Otra forma
era el despojo de la posesión para revertirla a su favor, bajo la figura de
falta de habitualidad de su legítimo dueño. Luego, el predio era vendido a
clientes interesados. La organización criminal, además, exigía un pago por concepto
de seguridad y gastos administrativo.
ESTELA DE SANGRE
“Los Injertos de Nuevo Ayacucho” acumulan denuncias
por usurpación agravada, estafa, tenencia ilegal de armas, extorsión y lavado
de activos. No obstante, su principal legado de terror abarca al menos ocho
crímenes perpetrados durante el 2016.
Entre las asociaciones perjudicadas se encuentra
“Lindo Topará”, asentada sobre un área de 80 hectáreas contigua a Nuevo
Ayacucho. En octubre del año pasado murieron acribillados, al interior de un
restaurante cañetano, su presidente Rodil Francisco Palacios Gonzaga, junto con
su acompañante, Luis Enrique Núñez Palomino, asesor legal de la Municipalidad
Provincial de Cañete.
La Policía Nacional sindica también al líder de “Los
Injertos de Nuevo Ayacucho” como el autor intelectual del homici-dio del
empresario avícola Arístides Cuadrado Roldán, ocurrido en febrero del año pasado.
Él se desplazaba en una camioneta hacia la granja que tenía en Pampas de Concón
cuando fue ultimado de 18 disparos. El móvil habría sido su negativa a pagar
cupos por el uso de la vía de ingreso.
La lista de víctimas de “Los Injertos de Nuevo
Ayacucho” comprendería también a Emilio Vidal Quispe Ríos y Erick Lizana Béjar,
asesinados en enero del 2016; a los hermanos Jorge Luis y Christian Salvador Neyra,
así como a Ángel Alexander Sairitupac Tito, victimados un mes después, y a
Rodil Francisco Palacios Gonzaga y Luis Enrique Núñez Palomino, asesinados el
20 de octubre del 2016.
GÉNESIS DEL DELITO
“Los Injertos de Nuevo Ayacucho” lograron hacerse
con el poder criminal al sur de la capital durante las masivas invasiones de
terrenos en la zona conocida como Pampas de Concón, en 1995. Con los años, esta
amplia extensión de tierras entre los Km 154 y 179 de la Panamericana Sur fue
poblándose paulatinamente aunque de manera informal.
De acuerdo con la PNP, el dinero producto de las compras
y ventas, a cambio de solo constancias de posesión, motivó que las asociaciones
comenzaran a invadirse unas a otras, para lo cual utilizaban a hampones,
arrebatándose las propiedades.
En muchos casos, los enfrentamientos concluían en
homicidios o lesiones graves.
Nota 769
del Ministerio del Interior
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