Por: Víctor Campos Ñique
Hace algunos años conocí a César
Pineda Quilca, entusiasta joven con el que compartíamos la afición por la
lectura y el amor por la literatura.
César es un amigo
como pocos: sincero, sencillo, amable, generoso, conversador y me dio mucho
gusto que publicara su ópera prima, su primer libro titulado “El arribo de un
éxtasis violento”.
Este libro tiene
los acertados comentarios de dos poetas reconocidos y laureados: Raúl Heraud y
Miguel Ildefonso.
Ildefonso dice:
“Todo poema es un retorno y un vuelo a la vez, retorno de la memoria, de lo
ausente, mediante el arribo de la palabra en el corazón herido del poeta, quien
extasiado eleva su duende negro hacia nuevos cielos de maravillas. Es así que
César Pineda nos entrega estos poemas directos y conmovedores para violentarnos
de nuestra densidad pétrea, de la vida rutinaria de este mundo posmoderno con
la aritmética de estos versos limpios, inteligentes y rotundos. A César Pineda
lo conozco desde hace algunos años, compartiendo conversaciones también con
otro amigo, narrador, de la zona Ceres- Los Ángeles, Charly Martínez. Este es
su primer libro, un excelente debut que recoge una voz cuajada y de un diestra
concentración lírica”.
Por su parte el destacado poeta Raúl Heraud
señala con acierto lo siguiente: “La poesía muchas veces se convierte para
quien lo escribe en gracia divina y otras en una incurable maldición, un laberinto
sin salida desde donde el poeta vive elucubrando toda clase de estrategias y artimañas intentando vencer el terror a la página en
blanco. Vencer o ser vencido, lo mismo da, el hecho es sobrevivir al poema o
morir en él. Así lo entiende César Pineda Quilca quien a través de EL ARRIBO DE
UN EXTASIS VIOLENTO hace su aparición en el parnaso literario peruano. Sabe que
le ha tomado muchas lunas llegar hasta aquí, se ha extraviado tantas noches en
el empeño de dar luz a estos versos, ha claudicado en el intento y maldecido a
todos los dioses por llevar en la piel el fuego de la poesía, sin embargo, el
poeta persiste en la palabra, se aferra a su creación como a la vida misma.”
César Pineda
Quilca (Lima, 1980) docente, poeta y promotor cultural. Estudió Lengua Española
y Literatura en la universidad nacional de educación “Enrique Guzmán y Valle” –
La Cantuta. Es integrante del grupo literario “Letra en llamas” y miembro
fundador del movimiento literario “Diver-sos” de Ate- Vitarte. Parte de sus trabajos
literarios han sido publicados en plaquetas de poesías y revistas físicas y virtuales,
así como también el de haber realizado diversas entrevistas a distintos escritores.
Siempre es bueno
contar con la compañía de un amigo, pero más grata es aquella compañía cuando
se hace en poesía. Albricias, nos alegra la aparición de este poemario y habrá
que leerlo con fruición.
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