Ayer domingo
en la Parroquia Santo Domingo Guzmán se ofició
la Misa de Fiesta en honor al Señor Crucificado de esta provincia, acto
que fue celebrado por el Párroco Marco Martínez, al que asistió una numerosa
concurrencia.
Oferente
de la Misa de fiesta, fue la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Filial
Chincha, cargo de la Coordinadora General, Dra. Carmen Oliva Corrales.
En
uno de los pasajes de la Homilía el Padre Marco dijo: “En esta mañana nos congrega como Iglesia, como familia cristiana,
como pueblo de Dios para celebrar la Santa Misa en el Día Domingo, Día del
Señor. La Santa Misa que es el Encuentro personal con Dios nuestro Señor que
está vivo y que está presente en medio de nosotros, por eso tenemos que ser
conscientes cada vez más, que cuando venimos a la Santa Misa, tenemos que venir
convencidos con fe, que no vamos a cumplir solo con un precepto de la iglesia,
sino que nos vamos a encontrarnos con ese Dios que está vivo y que está
presente en esta asamblea; está presente en su palabra que acabamos de escuchar
y está presente con su cuerpo con su sangre con su alma con su divinidad y la Hostia
Santa, felizmente el alma y el cuerpo para que nunca nos cansemos de caminar
bien hacia la vida eterna, por eso nuestra disposición en la Santa Misa tiene
que ser total, no desaprovechemos estos
momentos que el señor nos concede para estar con él, dejemos de lado nuestras preocupaciones
nuestros dolores todo aquello que nos
agobia o que nos encanta o que nos atrae para poder estar unos momentos con
Dios que él quiere darse todos a nosotros. En este día de fiesta del señor
Crucificado de Chincha, la liturgia nos propone meditar, lectura donde él, Dios
nos recuerda que él quiere contar con nosotros para conseguir nuestra
salvación”.
En
otro acápite el Padre Marco, dijo que “Dios espera de nosotros, una
colaboración un aporte, no de dinero sino una colaboración de nuestra parte que
es la fe y el esfuerzo personal para poder salvarnos”.
“A veces
atribuimos todo a Dios, le atribuimos pocas cosas buenas y muchas cosas malas y
decimos Dios no me quiere, Dios me ha olvidado, a Dios no le interesa mis
preocupaciones y problemas porque no me concede este milagro, porque hace
tiempo no me concede lo que le estoy
pidiendo; tenemos que preguntarnos si le estamos pidiendo con fe o como es nuestra
disposición frente a Dios, porque la fe no tiene que ser solo ocasionalmente, a
veces sentimos que tenemos fe, pero la fe no es un sentimiento o creemos que
estamos muy grandes en la fe, cuando estamos en un retiro, en una jornada, en
una procesión en un acto de culto en una necesidad, en una enfermedad, en un
problema y acudimos a Dios y allí tenemos
fe y le decimos: Dios, ayúdame, yo creo en ti, pero le vamos condicionando, yo
te prometo esto y cuando Dios no ve conveniente concedernos lo que le pedimos, vamos
contra él, y le decimos, ya no creo en Dios porque no me quiere, le pedí que no
muera mi padre o mi madre, ya no creo en él, ya no creo en Dios porque no me
sanó de esta enfermedad, todavía me sigue con estos dolores o porque no me
concedió esto o aquello, ya no creo en Dios y
le echamos la culpa muchas veces a Dios, de todas nuestras desgracias,
qué injusto somos, le echamos la culpa a
Dios de tanta guerra en este mundo, de tanta hambre de tanta injusticia, pero
Dios no tiene la culpa, Dios ya puso de su parte y pone de su parte cuando
muere en la cruz, ya dio todo de él, dio su vida ahora tenemos que poner de
nuestras parte, pero somos muy egoístas, muy mezquinos, no nos gusta hacernos
responsables de nuestros errores, sino que siempre echamos la culpa a otro y en
ese caso le echamos la culpa a Dios”. Luego de estos momentos de reflexión, de
elevar las oraciones, y continuar con los pasajes de la Santa Misa, el padre Marco
procedió a efectuar la bendición del Sudario
para el señor Crucificado que fue donado por la Universidad Inca Garcilaso de
la Vega, Filial de Chincha, con que recorrerá las calles de Chincha el Señor
Crucificado.
También
el P. Marco, recibió coronas para la Virgen, para la Imagen del Señor, y otras donaciones de
ornamentos para la imagen, las que fueron entregadas personalmente por los representantes
de las instituciones o las familias donantes.
El
P. Marco agradeció públicamente estas donaciones.
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