El colmo, insostenible, a unos días de haber
transcurrido una desagradable y repugnante inundación, ayer jueves, a mediodía,
nuevamente la primera cuadra de la Av. Victoria -cerca al colegio Cooperativo-
volvió inundarse esta vez (la otra fue con aguas de avenida) con aguas servidas
que dificultó, por varias horas, el paso de ve-hículos, peatones y hasta amenazó
penetrar a viviendas vecinas situadas a ambos lados de la vía.
Así lo hicieron conocer, mediante vía telefónica,
numerosos moradores de esa transitada calle, tales como los señores José
Huasasquiche Meneses, Luisa Amoretti Pachas, Elisban Rivas, Neri Tipismana
Herrera, Jackelin La Torres Lovín, entre otras personas afectadas, quienes, muy
mortificadas, dijeron que no es la primera vez que ocurre este problema, sino
que ya ha habido otras situaciones similares, pero que personal de SEMAPACH aún
no logran subsanar esta situación desesperante, irresistible y más aún
contaminante.
De otro lado, también culpan abiertamente a ciertos
vendedores de alimentos (desayuno, al-muerzo) que expenden comerciantes
apostados por esa zona.
Ellos -dijeron- una vez que atienden a sus clientes,
arrojan las aguas servidas a un hueco (orificio) que existe por el lugar, a
pocos metros del semáforo, a fin de que ese líquido in-servible discurra por la
alcantarilla instalada por ese sector.
Esta situación es la que tienen que ver los
trabajadores de SEMAPACH, y no -tal como lo hizo ayer y otras veces- llegar y
simplemente observar que un juicioso vecino, valiéndose de una varilla, lo haya
desatorado y arreglado momentáneamente el problema.
“Por eso las cosas están como están y esto, la verdad,
no tiene cuando acabar”, sostuvieron las personas afectadas. (Luis Pachas Mesías)
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