Un peligroso desnivel que puede pasar desapercibido para
muchos, existe -desde hace un buen tiempo- frente al local mu-nicipal de
Chincha, casi al final de la señalización de la pista, entre ambos semáforos
instalados allí, y casi al borde de la plaza de armas de la ciudad.
En ese lugar -por causalidad- fui testigo de la caída
brutal al pavimento de una niña de 13 años, quien al lado de su señora madre,
cruzaba la vía hacia la calle Grau, aprovechando la luz roja del semáforo.
La madre que iba unos pasos más adelante, al percatarse
de
lo sucedido, regresó, y la apoyó
con las manos, para luego ca-minar a la carrera hacía
la vereda de otro extremo.
Este “pequeño incidente” que pudo costar lesiones
graves, me trajo al recuerdo que no es el primero, sino que ya otros
transeúntes han tenido tropiezos similares como la que hoy estoy comentando.
Entonces, de acuerdo a lo narrado, se hace necesario
que la autoridad correspondiente ordene en la brevedad subsanar ese declive,
porque si la madre de la jovencita no actúa con celeridad, su niña habría sido
atropellada por algunos de los conductores de vehículos que ya se alistaban a
proseguir su ruta. (Luis Pachas Mesías)
0 comentarios:
Publicar un comentario