La
educación e instrucción es lo más sagrado que puede tener un ser humano. Con
esto -como quien dice- no se juega, y el deber primordial, en este caso, los
tienen los padres, los maestros y el ambiente donde se desarrollan los
educandos.
Pese
a esta premisa, hay gente de interfieren, con su mal accionar, atentando contra
la educación de estudiantes.
Un
caso real a lo dicho, le sucedió a la I.E. 22685 del centro poblado San Matías
-CAU 24 de Junio- del distrito de Chincha Baja, en Chincha, cuyo guardián de
turno de la noche, Héctor Javier Guerra Salguero (40), fue víctima de la delincuencia
cerca de las 9:30 p.m. del último miércoles 7.
De
acuerdo a sus versiones, el agraviado manifiesta que ese día cuando transitaba
de su casa al colegio a bordo de su bicicleta, fue interceptado por tres
sujetos premunidos con armas de fuego, quienes lo redujeron y lo condujeron a
un lugar descampado.
En
ese sitio, librado de moradores, los sujetos le quitaron, bajo amenazas, un
manojo de llaves del colegio, dos celulares, su DNI y la suma de 150 nuevos soles
que tenía en su billetera.
Luego
de este arrebato, los desconocidos que tenían sus rostros cubiertos con trapos,
procedieron a atarlos de pies y manos, con una soguilla, dejándolo allí al
cuidado de uno de ellos, mientras los otros se dirigieron al colegio.
Del
plantel desguarnecido, los sujetos sustrajeron tres impresoras multifuncional,
dos impresoras, un equipo de sonido Panasonic con parlantes, una laptop de
propiedad del guardián, otra laptop Hp del prof. Pedro Córdova Vásquez, cuatro
USB, una máquina de escribir, dos cámaras fotográficas Sony y Panasonic, un monitor
Sony, un servidor HP, con acces point, un racks para el servidor, un switech,
un UPS y 57 laptops marca XP/XO con sus cargadores de programa “una laptop para
niños”, materiales educativos que estaban en la dirección del colegio.
Además,
se llevaron, alimentos del programa Qali Warma, de la remesa de Octubre, como
arroz, fideos, aceite, leche y conserva “salsa de tomate”.
En
la inspección policial ocular, el padre de familia Luis Roberto Peña Campos (56), alcanzó a la PNP
una libreta militar que había hallado por los alrededores, perteneciente a Tomás
Eliseo Chóquez Chahua.
Mientras
tanto la policía interviniente continúa en su labor de investigación, a fin de
ubicar, identificar y capturar a los responsables de este censurable latrocinio
que ha alarmado a la comunidad educativa de la provincia de Chincha.
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