sábado, 4 de julio de 2015

Seis de julio: Feliz día a los sembradores del saber, ejemplo de sacrificio y lucha, apóstoles de la educación


Por Juan Almeyda Yataco
Uno de los profesionales que mayor valor e importancia tienen dentro de la sociedad es, qué duda cabe, el maestro peruano. Y es que el maestro es el trabajador público que tiene la difícil misión de formar la mente y el espíritu de las futuras generaciones, con la esperanza de tener una generación distinta de peruanos, capaz de conocer y hacer frente a esa realidad de indiferencia e injusticia que cada día nos aplasta con sus secuelas negativas y hasta humillantes.
Quién mejor que el maestro para hablarnos de nuestra realidad, porque el maestro es un ser humano nacido del pueblo, que siempre experimentó en carne propia las inquietudes, angustias y necesidades de sus hermanos de raza y sangre. Porque el maestro fue siempre ejemplo de dignidad, de lucha firme ante los gobiernos opresores que hoy persisten con su disfraz de democráticos, pero que en el fondo son los de siempre, los verdugos del pueblo y de los maestros, porque los gobernantes son los primeros enemigos del magisterio y de su clase social a la cual representan y pertenecen.
En este seis de julio, cómo no hacer un alto en nuestro quehacer cotidiano para pararnos con respeto, y hasta reverencia, frente al sembrador del saber, frente al ejemplo de sacrificio y lucha, como lo es el maestro.
Y es que el maestro siempre significó el guía, el modelo, el luchador social que no solamente se preocupó por educar la mente y el espíritu de la niñez y juventud peruana en las aulas, sino que, el maestro, tuvo siempre una misión mucho más delicada, aquella labor de estar constantemente vigilante del accionar de quienes ostentaron el poder, porque, jamás los gobernantes usaron sus cargos para favorecer al pueblo, a pesar que son elegidos
por las mayorías.
A través del tiempo, históricamente, el maestro peruano fue siempre el abanderado de la lucha social, no solamente por sus reivindicaciones, sino, y sobre todo, por las reivindicaciones colectivas, de la masa popular, marginada, abandonada y despreciada siempre por quienes dicen representar al pueblo.
De ahí el dicho que "el maestro luchando, también está enseñando", pues su ejemplo y su lucha siempre trascendió las fronteras de una escuela, yendo más allá de las aulas para poder detener acciones injustas de los gobierno de turno o para arrancarles con sangre, sudor y lágrimas lo que por derecho les asiste.
Por eso, al recordar este seis de julio el Día del maestro peruano, tributamos nuestro reconocimiento solemne a todos los humildes, valerosos y luchadores peruanos que, a sabiendas del pedregoso camino que debían recorrer, optaron por ser docentes, por ser dignos maestros y hoy batallan no solamente por desterrar la ignorancia, sino por hacer prevalecer los derechos del común de los peruanos.
En este Día del maestro, nuestro reconocimiento y nuestra gratitud a los antiguos y viejos maestros, aquellos hombres y aquellas mujeres que con orgullo y honor llevan el título de maestros, a los maestros luchadores, aquellos que vivieron en carne propia la persecución, la opresión, el encarcelamiento, porque con su lucha y con su ejemplo nos legaron el mejor ejemplo de valor, dignidad y lucha por lo que es defender lo que nos corresponde como peruanos con derechos.

¡FELIZ DÍA MAESTRO DEL PERÚ! ¡FELIZ DÍA MAESTRO DE CHINCHA Y LA REGIÓN ICA!

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