A UN AÑO DE
SU PARTIDA AL LADO DEL SEÑOR
Por: Oscar Velit
Bailetti
Nosotros los chinchanos
católicos debemos de sentirnos orgullosos de haber podido tener entre nosotros
a un sacerdote, un amigo, un pastor que dio su vida entera al servicio de los
más humildes, necesitados, pobres, tristes, melancólicos, sufrientes, madres
solteras, viudas, mujer engañada, madre abandonada, enfermo con cán-cer terminal,
matrimonios con problemas de pareja, de hijos.
Su
opción siempre fueron los pobres, él nació en un hogar pobre. Vino al Perú en
condición pobre. Nos recuerda a Jesús que dejó su calidad divina para sumir la
humana "como esclavo", y lo hizo naciendo humildemente, no en un palacio,
lo hizo en un pueblito.
Monseñor Santiago Calle Santos se hizo
servidor de los demás, sin ningún anuncio o grandes expectativas públicas.. No
le gustaban los reconocimientos ni agasajos. Tenía "roce" pues era
respetado por la gente culta, autoridades y los de buena posición económica que
se interesaban en él. Podía criticar sin sonar a resentimiento o vengativo, y
hablaba en tono esperanzador a los pobres sin caer en idealismos.
Un
hombre que en su soledad pensaba en todos, y cargaba a sus espaldas todo el
sufrimiento de los que le confesaban sus cosas. Que oraba mucho y puesto de
rodillas por cada uno de nosotros.
Cuantos
de nosotros nos sentimos morir cuando nos alcanza alguna pena...... cuando alguien
nos cuenta sus problemas que mal nos sentimos… ¿verdad?
Un
hombre bueno y santo lla-mado Monseñor Santiago Calle Santos, que nació y vivió
en la pobreza, desde que nació hasta que murió. Y que doy gracias a Dios por
haberme permitido conocerle de cerca, de compartir con Él muchas cosas maravillosas
y también tristes. Le seguiremos llamando Monseñor, porque nuestro Obispo de la
Diócesis de Ica, Monseñor Héctor Eduardo Vera Colona, así le nombró como Vicario
General de la Diócesis de Ica, renuncia que él presentó y Monseñor Héctor no le
aceptó.
Monseñor
Santiago siempre se preocupaba de que aprendamos a orar a conocer a Dios por
eso era un hombre decidido y entregado a los grupos de Eje, Bodas de Caná,
Catequesis familiar, a los Cursillos de Cristiandad, etc., muchos pasaron
alguna vez por un retiro, un encuentro con Dios, o una fuerte experiencia
religiosa, pero ¿ qué pasó después ?.
Cuantos
al asistir a la misa final de los retiros o grupos mencionados, participaban
dan-do testimonio de haber encontrado a Dios y de sentirlo en su corazón. Y que
sólo quedaron basadas en la emoción del momento, porque nunca más les veíamos.
Y otros duraron poco, no supieron mantenerse ni profundizar su fe.
Aquí viene una reflexión porque no
seguían?... Porqué se van?.. Quizás porque somos ineficaces en la labor de seguimiento
como comunidad o Comité ?
El
padre sólo meditaba y decía: "Hay personas que nunca lograrán cambiar así
nacieron, así morirán. "
Le costó mucho
al Padre Santiago enfrentar a éstas personas sobre todo las que todavía trabajaban
como cof|radías o hermandad. El siempre con su tino, su actuación su sola presencia
irradiaba respeto y cordura. Los enfrentó y salió airoso. Le costó claro
y mucho……
Después
el sonreían, ahora si respetan el orden. Y participan con verdadero amor en las
procesiones, no por costumbre. Decía.
Al
producirse cambios y ver venir un nuevo párroco, no solo cambiaba el sentido
pastoral sino que algunos que no actuaban bien, optaron por retirarse había
mucho fanatismo personal como grupal.
Yo me pregunto ¿Donde habrá ido a parar
su almohada, …mudo testigo de sus pensamientos y sufrimientos. Que evitaron que
viva estresado.
Y
que la fuerza de la oración, la Eucaristía y la consulta al Espíritu Santo era
su mejor arma. El sentía, sufría, lloraba, se cansaba, a pesar de que el caminaba
con una pronunciada herida en el pie (tenía diabetes), no demostraba cansancio.
El padre Santiago cuando el consideraba
un buen católico y se alejaba de la Parroquia. El inmediatamente iba en su
busca y oraba mucho por él. El pastoreaba a sus fieles. Monseñor
Santiago llegó a apreciar mucho a los trabajadores, sacerdotes y laicos de la
Parroquia de Santo Domingo. Se dan por entero
me decía.
Difícil de encontrar, difícil de creer. Pero ya vez allí están, y los nombraba
uno por uno.
Nosotros
debemos de seguir las obras de nuestro sacerdote, de entrega total a los demás
al que necesita de Dios, de un hermano de una mano amiga. Lo más prudente es
preocuparnos en preparar religiosamente (vivencialmente) y luego doctrinalmente
al hermano nuevo que llega, así cuando entren en contacto con hermanos de otro
movimiento religioso no sean impresionados por el factor novedad. Le debemos de
dar una buena acogida, un buen trato personal y de vivencia comunitaria.
Monseñor Santiago siempre oraba, creía y amaba la Eucaristía. El conversaba con
Dios. Le pedía permiso en lo que iba hacer.
Hagan memoria
cuando el consagraba con que ánimo lo hacía, con que ardor, con qué seguridad.
Luego como oraba mirando la Santa Eucaristía, después de consagrada.
Él supo cuando iba a morir. Diría yo:
"Se adelantó a la muerte…Arregló muchas cosas". Me dejó mensajes. Qué
será de mi Parroquia……
Ya no ayudaran algunos como lo hacen
conmigo…..
Yo conozco a mis ovejas... Hay muchos
que no se corrigen, le gusta hablar mal de otros.
Se
confiesan y siguen igual.
¡Mira,
antes me tenían miedo ahora se juegan conmigo!. Ellos no creen que nunca más me
verán. Me contaba.
Por
todo ello nuestra gratitud a Él, por ser quien fue, y por todas sus enseñanzas
que nos dejó,..era un sabio…y cómo seres humanos con inteligencia para decidir
lo bueno o lo malo, lo correcto o lo incorrecto, la paz o la discordia, el Amor
o el odio... qué bueno que tenemos esa capacidad para elegir, por lo tanto
elijamos lo mejor y siempre nos sentiremos orgullosos de lo que hacemos y como
consecuencia la felicidad para todos.
¡Su tarea
continúa!.. Su presencia continúa!...Monseñor Santiago Calle Santos.. PRESENTE....
0 comentarios:
Publicar un comentario