lunes, 23 de febrero de 2015

Mons, Santiago Calle Santos ejemplo de vida y un gran amor a la Eucaristía


A UN AÑO DE SU PARTIDA AL LADO DEL SEÑOR
Por: Oscar Velit Bailetti
Nosotros los chinchanos católicos debemos de sentirnos orgullosos de haber podido tener entre nosotros a un sacerdote, un amigo, un pastor que dio su vida entera al servicio de los más humildes, necesitados, pobres, tristes, melancólicos, sufrientes, madres solteras, viudas, mujer engañada, madre abandonada, enfermo con cán-cer terminal, matrimonios con problemas de pareja, de hijos.
Su opción siempre fueron los pobres, él nació en un hogar pobre. Vino al Perú en condición pobre. Nos recuerda a Jesús que dejó su calidad divina para sumir la humana "como esclavo", y lo hizo naciendo humildemente, no en un palacio, lo hizo en un pueblito.
  Monseñor Santiago Calle Santos se hizo servidor de los demás, sin ningún anuncio o grandes expectativas públicas.. No le gustaban los reconocimientos ni agasajos. Tenía "roce" pues era respetado por la gente culta, autoridades y los de buena posición económica que se interesaban en él. Podía criticar sin sonar a resentimiento o vengativo, y hablaba en tono esperanzador a los pobres sin caer en idealismos.
Un hombre que en su soledad pensaba en todos, y cargaba a sus espaldas todo el sufrimiento de los que le confesaban sus cosas. Que oraba mucho y puesto de rodillas por cada uno de nosotros.
Cuantos de nosotros nos sentimos morir cuando nos alcanza alguna pena...... cuando alguien nos cuenta sus problemas que mal nos sentimos… ¿verdad?
Un hombre bueno y santo lla-mado Monseñor Santiago Calle Santos, que nació y vivió en la pobreza, desde que nació hasta que murió. Y que doy gracias a Dios por haberme permitido conocerle de cerca, de compartir con Él muchas cosas maravillosas y también tristes. Le seguiremos llamando Monseñor, porque nuestro Obispo de la Diócesis de Ica, Monseñor Héctor Eduardo Vera Colona, así le nombró como Vicario General de la Diócesis de Ica, renuncia que él presentó y Monseñor Héctor no le aceptó.
Monseñor Santiago siempre se preocupaba de que aprendamos a orar a conocer a Dios por eso era un hombre decidido y entregado a los grupos de Eje, Bodas de Caná, Catequesis familiar, a los Cursillos de Cristiandad, etc., muchos pasaron alguna vez por un retiro, un encuentro con Dios, o una fuerte experiencia religiosa, pero ¿ qué pasó después ?.
Cuantos al asistir a la misa final de los retiros o grupos mencionados, participaban dan-do testimonio de haber encontrado a Dios y de sentirlo en su corazón. Y que sólo quedaron basadas en la emoción del momento, porque nunca más les veíamos. Y otros duraron poco, no supieron mantenerse ni profundizar su fe.
Aquí viene una reflexión porque no seguían?... Porqué se van?.. Quizás porque somos ineficaces en la labor de seguimiento como comunidad o Comité ?
El padre sólo meditaba y decía: "Hay personas que nunca lograrán cambiar así nacieron, así morirán. "
Le costó mucho al Padre Santiago enfrentar a éstas personas sobre todo las que todavía trabajaban como cof|radías o hermandad. El siempre con su tino, su actuación su sola presencia irradiaba respeto y cordura. Los enfrentó y salió airoso. Le costó    claro y  mucho……
Después el sonreían, ahora si respetan el orden. Y participan con verdadero amor en las procesiones, no por costumbre. Decía.
Al producirse cambios y ver venir un nuevo párroco, no solo cambiaba el sentido pastoral sino que algunos que no actuaban bien, optaron por retirarse había mucho fanatismo personal como grupal.
Yo me pregunto ¿Donde habrá ido a parar su almohada, …mudo testigo de sus pensamientos y sufrimientos. Que evitaron que viva estresado.
Y que la fuerza de la oración, la Eucaristía y la consulta al Espíritu Santo era su mejor arma. El sentía, sufría, lloraba, se cansaba, a pesar de que el caminaba con una pronunciada herida en el pie (tenía diabetes), no demostraba cansancio. El padre Santiago cuando el consideraba un buen católico y se alejaba de la Parroquia. El inmediatamente iba en su busca y oraba mucho por él. El pastoreaba a sus fieles. Monseñor Santiago llegó a apreciar mucho a los trabajadores, sacerdotes y laicos de la Parroquia de Santo Domingo. Se dan por entero me decía. Difícil de encontrar, difícil de creer. Pero ya vez allí están, y los nombraba uno por uno.
Nosotros debemos de seguir las obras de nuestro sacerdote, de entrega total a los demás al que necesita de Dios, de un hermano de una mano amiga. Lo más prudente es preocuparnos en preparar religiosamente (vivencialmente) y luego doctrinalmente al hermano nuevo que llega, así cuando entren en contacto con hermanos de otro movimiento religioso no sean impresionados por el factor novedad. Le debemos de dar una buena acogida, un buen trato personal y de vivencia comunitaria. Monseñor Santiago siempre oraba, creía y amaba la Eucaristía. El conversaba con Dios. Le pedía permiso en lo que iba hacer.
Hagan memoria cuando el consagraba con que ánimo lo hacía, con que ardor, con qué seguridad. Luego como oraba mirando la Santa Eucaristía, después de consagrada.
Él supo cuando iba a morir. Diría yo: "Se adelantó a la muerte…Arregló muchas cosas". Me dejó mensajes. Qué será de mi Parroquia……
Ya no ayudaran algunos como lo hacen conmigo…..
Yo conozco a mis ovejas... Hay muchos que no se corrigen, le gusta hablar mal de otros.
Se confiesan y siguen igual.
¡Mira, antes me tenían miedo ahora se juegan conmigo!. Ellos no creen que nunca más me verán. Me contaba.
Por todo ello nuestra gratitud a Él, por ser quien fue, y por todas sus enseñanzas que nos dejó,..era un sabio…y cómo seres humanos con inteligencia para decidir lo bueno o lo malo, lo correcto o lo incorrecto, la paz o la discordia, el Amor o el odio... qué bueno que tenemos esa capacidad para elegir, por lo tanto elijamos lo mejor y siempre nos sentiremos orgullosos de lo que hacemos y como consecuencia la felicidad para todos.
¡Su tarea continúa!.. Su presencia continúa!...Monseñor Santiago Calle Santos.. PRESENTE....



0 comentarios:

Publicar un comentario

Con la tecnología de Blogger.