Por:
Oscar Velit Bailetti
África
soporta el episodio más grave en la historia del virus del ébola. Un doctor
infectado ha sido evacuado a su país natal, Estados Unidos; en medio de temores
de propagación en el continente. Pero vale la pena conocer esta enfermedad para
evitar caer en un pánico general innecesario. El villorrio de Yambuku, localizado
en la parte central de la región de Bumba en la República Democrática del Congo
(RDC), en África, está ya en la historia de la salud pública porque allí se produjo
en 1976 el primer brote de lo que se vino a llamar la fiebre hemorrágica de
ébola. Esta enfermedad está provocando pánico entre la gente mal informada del
planeta entero, especialmente en Estados Unidos, país al que ha llegado,
caminando con sus propios pies, el primer paciente norteamericano con la
enfermedad y que, según últimos reportes, está mejorando. La siguiente es una
breve crónica del relato que hizo el Dr. Peter Piot, médico y microbiólogo
belga, actual director de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres,
acerca de lo que él vivió en 1976, cuando siendo un joven microbiólogo en Amberes,
Bélgica, fue enviado a Yambuku para averiguar por qué se estaban muriendo
tantas personas en el pueblo, incluyendo algunas monjas belgas que trabajaban
allí.
Hasta
el momento, este último brote ha producido 1.323 casos y 729 muertes, con una
mortalidad del 56% y la enfermedad ha causado noticia porque dos trabajadores voluntarios
norteamericanos se han contagiado y uno de ellos, el Dr. Kent Brantly de 33
años, ha sido trasladado a un hospital de la ciudad de Atlanta, bajo muy
estrictos protocolos de seguridad. La otra enferma será trasladada en los
próximos días sabemos que el virus ébola no se trasmite por el aire como el
virus de la gripe o el resfrío, es decir no se trasmite con la tos ni el estornudo.
Para que el virus se contagie es necesario un contacto muy íntimo con los
vómitos, diarreas, sangre, saliva y semen del enfermo o que se usen jeringas y
agujas contaminadas con la sangre del enfermo. Es decir se necesitan
paupérrimas condiciones higiénicas.
Después
de haber repasado la epidemiología (ciencia que estudia la distribución de las
enfermedades) de la fiebre de ébola, ¿Qué dice usted amable lector? ¿Cree que
si la enfermedad llega a alguna casa de Estados Unidos, Perú, Colombia, Puerto
Rico o Argentina pueda causarse un brote o una epidemia?
Pues
le digo que al no tener al huésped (el murciélago de la fruta) el virus ébola
no tendría dónde “mantenerse” en la región, por lo que para “sobrevivir”
tendría que estar infectando a decenas, cientos o miles de personas, pasando de
persona a persona, una situación que no ha ocurrido ni en el África, región que
lamentablemente tiene una de las peores condiciones higiénicas del mundo. Dadas
las características sanitarias de la región de las Américas, (por más limitadas
que sean en ciertas zonas) no pensamos que pueda ocurrir. Recordemos que el
virus no se trasmite por el aire sino por un contacto muy cercano con los
vómitos, diarreas, orina y saliva de los enfermos.
Imaginemos
entonces que un caso de ébola llega a un barrio en alguna ciudad de América
Latina. ¿En cuántas casas de nuestra América se manejan los vómitos,
excrementos y orina de los enfermos a manos limpias sin ningún tipo de
protección? Probablemente en las zonas más pobres lamentablemente eso todavía
ocurre, pero la posibilidad de que un enfermo de ébola llegue a esas zonas
desde el África pobre es también muy remota ¿no creen?
Y
pongamos que un caso de ébola llegara a una familia de clase media en América
Latina, pues ese caso sería inmediatamente llevado a un hospital, el cual, con
la publicidad que se le ha dado al ébola, está preparado en cualquier país para
recibir y aislar el caso. Recordemos que el Dr. Piot controló el primer brote
en Yambuku solo con una simple cuarentena.
Y
en un exceso de imaginación, pongamos que un caso de ébola llega al hospital de
cualquier ciudad en América Latina ¿en cuántos hospitales o postas medicas se
manipulan las heces, sangre, orina de un enfermo a manos limpias, sin usar
protección? Usted me dirá que esa lamentable situación sí ocurre en las zonas
más pobres y pueda que eso sea cierto, pero nuevamente ¿Cuál es la posibilidad
de que un caso de ébola llegue a una alejadísima región de algún país de
América Latina?
La
fiebre del ébola es una enfermedad de la pobreza y de la extrema falta de
higiene, condiciones que si bien están presentes en muchas regiones de América
Latina (recientemente hemos comentado cómo en muchas escuelas, postas médicas y
hospitales en el Perú los baños públicos no tienen jabón, agua limpia o papel),
no pensamos que sean suficientes como para causar un brote de la enfermedad.
Ahora podrá entender que esos comentarios tan negativos e insultantes que se
están dando en los medios sociales norteamericanos ante el traslado del médico
enfermo a un hospital en Atlanta solo están basados en la extrema ignorancia y
el prejuicio. Ese paciente con ébola es el paciente más aislado del mundo.¿Y sabe
cuál es la parte más triste del relato del Dr. Piot, amable lector? Pues que él
cuenta que, en celebración de sus 65 años de vida, acaba de regresar por
primera vez a Yambuku desde 1976 y parece que fue ayer que dejó el lugar, las
cosas no han cambiado nada, la pobreza, falta de recursos y abandono por parte
del Estado siguen igual como hace 38 años.
Esperamos
que este artículo, amable lector, lo haga pensar a usted de un modo diferente.