A lo largo y ancho de la provincia de Chincha -incluso
ciertos sectores de la población, como es el caso de un montículo de basura
arrojado exprofesamente frente al colegio Pró-ceres de la Independencia- se
viene notando desde hace un buen tiempo que la llamada baja policía no cumple,
al parecer, su función a cabalidad.
El asunto en cuestión es grave, tremendamente grave,
porque ello puede generar múltiples enfermedades, sobre todo a los niños y
personas mayores, quienes por sus mismas condiciones físicas o faltas de
defensa inmunológico en su organismo, pueden coger fácilmente cualquier
enfermedad.
La voz de alerta lo han dado esta vez los moradores
del pueblo joven Túpac Amaru de Chincha Alta.
A través de este medio, ellos solicitan a la autoridad
competente la pronta canalización de la acequia Ñoco, por constituir este cauce
un serio peligro para la población asentada a ambos lados de ese canal de
regadío.
Los vecinos indican además que en esa acequia, ahora
sin agua, muchas personas del lugar, -o de otra parte- en forma por demás
irresponsables, arrojan sus desperdicios en bolsas de plásticos en ese cauce
amplio y profundo, originando, al paso de los días, la putrefacción de la
basura y de los animales muertos dejados en ese lugar.
A esto se agrega la proliferación de moscas, el mal
olor que circunda a varias cuadras, y el aumento de roedores y perros vagos que
son atraídos por los alimentos descompuestos, los mismos que exponen
peligrosamente la salud de las personas que transitan o viven por el sector.
“Esta preocupación que ya es generalizada en nuestro pueblo joven Túpac
Amaru, puede incrementarse lógicamente a
tra-vés de los días; uno, por el aumento gradual de la temperatura que se avecina,
y otro, por la próxima llegada de agua de avenida. Este último, como puede
suponer, atoraría el canal y originaría con ello el desborde del vital líquido
como en otros años”, declaró muy preocupado un vecino de la zona afectada.
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