Por: Oscar Velit Bailetti
Especialista en Seguridad Ciudadana
El cachazo llegó a su cabeza con poca fuerza. Pero los
revólveres con los que le apuntaban le destrozaron los nervios Juancito y el
primer intento por reaccionar quedó en nada. Las únicas ideas que se le
cruzaron en esos largos segundos tenían que ver con sus ganas de vivir a costa
de lo que sea, incluso de su vehículo, una mototaxi recién adquirida con tanto
esfuerzo solo habiendo pagado una sola letra.
Así que no opuso resistencia y obedeció sin chistar
las órdenes de las tres personas que lo sorprendieron. Se bajó de la mototaxi o
mejor dicho lo bajaron a empellones y golpes y se quedó parado en el
borde de la vereda, estupefacto y viendo cómo se alejaban estos delincuentes.
El caso de Juancito no es el único.
Cada día se roban en las periferias de Chincha. Es
decir, sitios alejados del casco central de la ciudad o que están conectados
con alguna vía rápida. un promedio de dos a tres vehículos diarios, entre
mototaxis y motos lineales según las estadísticas de los últimos
meses. No existen sitios geográficos determinados de robo. Lo que sí hay son
lugares indeterminados preferidos por los delincuentes caminos carrozables, en
los semáforos, ingreso y salida de domicilios, parqueaderos públicos sin
vigilancia y las carreteras. De cada diez vehículos robados se recuperan 4 algunas veces pagando entre 800.00 a 1,000
nuevos soles a los mismos delincuentes), otros se entrega a su propietario los
que están con la documentación en regla y con orden de un juez. El
restante permanece en los patios de la Policía hasta que se determine la
identidad y el dueño. Para ejecutar la sustracción en un domicilio el delincuente
hace un seguimiento minucioso de la persona a quien van a asaltar. Por ejemplo,
averiguan el horario de ingreso y salida del domicilio y del lugar de trabajo,
conocen el recorrido que a diario hace para trasladarse de un sitio a otro y
conocen a las personas que los acompañan. Pero lo novedoso no solo está en los
nuevos sistemas de robo sino también en los mecanismos que usan para cambiar el
número del chasis y del motor. Antes solo limaban la pieza metálica donde se anota
la identidad del vehículo; ahora cambian la pieza entera o la calientan para
encima imprimir otros números. Esto hace más difícil la labor de investigación,
pero la Policía tiene formas de determinar la procedencia. Una de ellas la ejecuta
mediante el uso de ácidos que eliminan la capa superficial del metal en donde
se anotan los números del chasis y del motor hasta que aparecen los números
originales. Las razones por las que se roba son: para usarlos en otro
asalto y luego los abandonan; para extorsionar al propietario; y por placer,
esto lo hacen generalmente los jóvenes que encuentran diversión en el robo.
Por esto también es necesario que Chincha cuente
con un laboratorio de Criminalìstica. Si se adultera el número del motor y del
chasis de un vehículo de fabricación nacional se lo traslada a las ensambladoras.
Ahí se establece el nombre del dueño original. Esta es
la primera pista para establecer al verdadero propietario. Si hay alteración en
un vehículo importado se lo emite al Laboratorio de Criminalística de la Policía
en donde se realiza un examen llamado "revenido químico". La serie
que se devela es digitada en la pantalla de Matrículas y se identifica al dueño
del auto. Es urgente que el coronel Fernando Delboy Gonzales tome en cuenta que
debe de insertarse en el PIA (Programa de Inversión Publica de Seguridad
Ciudadana del Ministerio de Economía y Finanzas) para la implementación
de las dependencias y necesidades logísticas necesarias en la División
Policial a su cargo. Y no buscar paliativos ante los empresarios.
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