Por: Dr. Piero Bailetti Reyes
Río
de Janeiro, Copacabana, sábado 27 junio del 2014. Hora 20.30
Los dirigidos por el argentino José Pekerman, salieron
decididos a buscar el triunfo desde el pitazo inicial y apenas a los dos minutos
habían generado ya una oportunidad de gol, en los pies de su hábil volante por
derecha Pablo Armero. En los minutos siguientes los cafeteros se hicieron
dueños absolutos del partido. Fueron los mejores momentos de Colombia que se
plantó en la cancha con un 3-5-2 y que realizó buenas combinaciones en los pies
de Cuadrado, creo yo unas de las revelaciones del torneo. El moreno volante demostró
que es un jugador de gran calidad y despliegue, e hizo lo que quiso con la
defensa charrúa. Encontró buenos socios en los talentosos Armero, Vargas,
Jackson Martínez y como no en la figura descollante de este equipo: James
Rodríguez que ya está siendo comparado con el cerebral Carlos El Pibe
Valderrama, figura de los colombianos en los años 90.
A pesar del dominio absoluto de los colombianos, el
cual era reflejado en las pantallas del estadio que le daban una posesión del
70% frente a un 30% de Uruguay, este no se veía reflejado en oportunidades de
gol y los celestes se defendían muy bien, prevaleciendo como siempre la fuerza
y la garra, que a veces cruzaba al límite de la mala intención. Destacaban en
esta tarea Martin Cáceres, Álvaro Pereyra y sobre todo su capitán Diego Godín.
Uruguay era un equipo cuando defendía, muy eficaz, y otro totalmente diferente
cuando atacaba, tibio y bien controlado por los defensas rivales. En esa etapa
del partido daba la sensación de que Uruguay le entregó la pelota adrede a
Colombia y lo esperaba agazapado para dar el zarpazo de gol, con uno de sus dos
tanques: Forlán, de pobre actuación hoy y Cavani, muy di-námico pero peleado
con su gran amigo que es el gol. Todo estaba saliendo bien para el
planteamiento del Maestro Oscar Washington Tabarez hasta el minuto 28, cuando
James Rodríguez recibe un balón ele-vado, la para con el pecho y sin que este
caiga al piso, la pesca de volea con remate de zurda, el cual va dirigido al
ángulo del arquero Muslera. Golazo de Colombia, alegría y en las tribunas y
baile en la cancha cortesía del magnífico 10 cafetero. Mención aparte a esta
alegre y pintoresca forma de celebrar los goles que tiene Colombia en donde
esbozan algunos pasos de su cumbia norteña. Hasta con esos detalles, están
dejando huella en esta copa. Después del gol Uruguay como buen equi
temperamental se sintió herido y salió en busca del empate, pero este nunca
llegó y más bien quedó la sensación que los celestes no tenían con que hacer
daño al arco de Ospina. Fin de la primera mitad.
En el segundo tiempo cuando los equipos estaban aún reformándose
en la cancha y Uruguay pretendía tener un poco más el balón, Colombia demostró
que una posesión con ataque frontal es efectiva. La tocaron casi todos los de
arriba. Primero Vargas la soltó por derecha, para la llegada del Teo Gutiérrez
que se la pasó a Jackson Martínez para el medio del área grande, éste la pasó a
su vez a Armero que trepó por izquierda y centro hacia la derecha para la
llegada de Cuadrado, quien pivoteo de cabeza para el medio, dando un pase perfecto
para que James Rodríguez cierre la pinza y defina con el arco libre. Otro golazo
de Colombia y partido casi definido. Si Uruguay se sintió dolida con el primer
gol, con este segundo gol estaba agonizando, y se aferró a la vida futbolística
lan-zándose con todo al ataque. Para esto ayudó bastante los ingresos de
Hernández, Stuani y Ramírez. Fue el mejor momento para los charrúas que generaron
varias oportunidades de gol, como siempre es su costumbre con centros buscando
algún cabezazo o remates de fuera del área. En ese momento el protagonismo del
partido pasó para el arquero colombiano David Ospina que demostró gran agilidad
y buenos reflejos. Una muralla que no dejó ninguna ilusión de descuento para
los celestes hasta el final del partido.
Gran triunfo para Colombia que demostró que el buen futbol
no está muerto, que todavía se puede ganar jugando bonito y que no solo tiene
al goleador del torneo con 5 goles en 4 partidos sino a una de las figuras de
la copa. James Rodríguez que fue elegido por la FIFA como el mejor Jugador del
Partido, y que se fue aplaudido, tras su cambio en el minuto 80, por los casi
50 mil colombianos hoy presentes en el estadio, que formaron una gran marea de
color amarillo. La asistencia reflejó un total de 73,865 espectadores en las pantallas
del siempre imponente Maracaná. Colombia hace historia al meterse por primera
vez a cuartos de final de un mundial y enfrentará al local Brasil que hoy
venció por penales a Chile. En principio Colombia es el favorito por la manera
en que está jugando, pero con Brasil nunca se sabe más aún si juega de local y
sin la presión psicológica de jugar contra su aun bestia negra en mundiales,
como es Uruguay, por la ya conocida historia del Maracanazo. Veremos que pasa
el próximo Viernes 5 o Sexta 5 como dirían acá en Brasil, cuando estas dos
selecciones se enfrenten.
Este fue mi último partido de la copa como espectador,
y quiero aprovechar la oportunidad para agradecer en primer lugar a mi familia,
a mis hermanos Patricia y Martin y sobre todo a mi madre Nina, que me han dado
todo el cariño y apoyo para realizar este mag-nífico viaje. Al Doctor Abraham
Quispe por permitirme escribir y publicar estos artículos contando mis
experiencias mundialistas, a mi amigo Héctor Aybar por acompañarme en esta aventura
futbolera, a mis amigos Pancho Matta y Martin Ramos por el apoyo logístico y por
último a todos mis amigos del Rotary Club Chincha, por brindarme desde allá
todo su amistad y por darme la oportunidad de tener con quién realizar análisis
futbolísticos, cosa que tanto nos gusta. Es mi última noche en Rio de Janeiro
cuidad maravillosa que albergará los Juegos Olímpicos del 2016. Espero regresar
pronto. Boa Noite. Muito Obrigado. Y como dicen los cariacos cuando algo está
bien: Valió.
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