Mañana como todos los años, el segundo domingo de mayo
se celebra el día de la madre, fecha extraordinaria señalada para expresar el
merecido homenaje a nuestra madre y todas las madres del mundo
Es una fecha de alegría sin par, pues todos procedemos
del ser que nos dio a luz, que nos acogió con mucho amor en sus entrañas desde
que nos concibió, dándonos el calor que Dios puso en el corazón de tan singular
mujer y que comparte toda la vida con sus hijos.
Las frases más bonitas los regalos más costosos no
tienen el alcance que sean expresión de ese inmenso amor, cuyas raíces tienen
esencia del mensaje divino, cuando como mujer y madre tienen imagen de la
Virgen María, la mujer escogida por Dios, para cumplir la misión de ser madre
de Jesucristo, el hijo de Dios; misión que acoge dejando al mundo testimonio de
su entrega, de su amor, humildad y servicio.
El mejor presente que los hijos podemos ofrecer a nuestra
madre es nuestro sincero afecto y cariño, nuestra permanente gratitud a su
fatigosa misión de ser madre, con el compromiso de colmarla de felicidad, respetarla
y honrarla por toda la vida.
Reviste extraordinaria significación esta fecha, no
por ser una mera celebración rutinaria y superficial, más bien para hacerla propicia para una reflexión
profunda que conduzca a fortalecer los vínculos familiares de fraternidad y
solidaridad, invocando la reconciliación, la unidad, y paz entre los miembros
de la familia.
Hacemos votos hoy porque la alegría reine en todos los
hogares y que nuestro Redentor colme de bendiciones, dicha y felicidad a todas
las madres de la región del Perú y del mundo.
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