Luego
de rezarse el santísimo rosario en su hogar, ubicado en el pasaje San Pedro,
altura de la prolongación Rosario en Chincha Alta, los restos mortales del
Teniente PNP, Ilichts Castilla Lévano, fallecido el último do-mingo en acción
valerosa, fue conducido primeramente a la comisaría de Sunampe, donde venía laborando
desde hace algunos meses y recibió, últimamente, los honores correspondientes
por sus colegas de trabajo.
De
ahí, el cortejo fúnebre se dirigió hacia la sede de la División Policial,
situado en la plena Plaza Armas de Chincha Alta, donde el coronel de la PNP
Julio Guillén Quequezana, usó de la palabra con bastante emotividad y ante el sentir
de los participantes a este acto de despedida de un heroico compañeros de
armas.
Entre
otras palabras, el citado coronel expresó: “Su muerte no va a quedar impune
porque se va a hacer justicia, que no piensen los delincuentes que con este
hecho incalificable, nos van a amilanar, más bien nos han dado la suficiente fortaleza
y cohesión para seguir luchando contra este flagelo.
Ante
la masiva concurrencia que hoy ocupan este local, especialmente a sus
familiares, me comprometo esclarecer este alevoso crimen y capturar prontamente
a estos delincuentes y ponerlos luego en donde deben estar.
Pidió
además a las autoridades del Ministerio Público y Poder Judicial se aúnan a
este esfuerzo que la policía ya está encaminada.
Mientras
tanto la policía seguirá luchando e investigando sobre este caso, hasta cumplir
la promesa juramentada ante la sociedad y el país, porque esta es su ley”.
Luego
de las palabras vertidas por el alto oficial Guillén Quequezana, un subalterno
colocó la bandera nacional sobre el féretro que contenían los restos del
oficial Castilla Lévano, en señal de haber cumplido su alta misión encomendada
por la sociedad.
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