Miguel García Sáenz
(24), es un joven chofer profesional que se gana la vida taxeando en la
provincia de Chincha.
En su rutina de trabajo
diario, ayer lunes a las 3.40 de la tarde, frente al Banco de de la Nación en
Chincha, le fue solicitado un servicio de taxi por una señora con problema de
discapacidad, para que lo condujera a Chincha Baja.
El muy solícito, como
todo buen chofer, colocó la silla de ruedas en la parrilla del auto, y a la
dama ya entrada en años, que acababa de retirar 30,000 nuevos soles de dicha
entidad bancaria, la hizo subir en el asiento posterior del vehículo.
En su carrera hacia ese
distrito, cuando se encontraban a pocos metros del lugar denominado entrada a
Chincha Baja, el chofer se percató, por el espejo retrovisor, que era seguido
por sujetos que se encontraban a bordo -de dos en dos- en tres motos lineales.
Al advertir las claras
intenciones de los desconocidos, aceleró a todo dar su máquina aún nueva.
Los sujetos también
hicieron lo mismo, y al no poder alcanzar al auto, iniciaron ellos un violeto
tiroteo contra sus posibles víctimas.
Uno de los proyectiles impactó
en el hombro izquierdo del chofer -con entrada y salida- y seis balazos impactaron
en el automóvil.
Así herido -indicó el
agraviado- logró avanzar y llegar a la Plaza de Armas de Chincha Baja, mientras
los presuntos asaltantes desistieron de la persecución porque en la curva conocido
como entrada a San Pablo, se encontraban miembros policiales que vigilaban las
instalaciones de Contugas.
Efectivos
de la comisaría del distrito auxiliaron al conductor del auto y lo trasladaron
al Hospital San José de Chincha.
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