Por: Juan Almeyda
El
gobierno transfiere miles de soles para mantenimiento de locales escolares a
directores que están a punto de ser sentenciados por el poder judicial, otros
que se hallan con proceso administrativo y otros seriamente denunciados, que
siempre han vivido cuestionados precisamente por malos manejos en la
institución educativa que indignamente representan.
El
Perú es, -siempre lo hemos manifestado porque es la realidad-, un país donde
impera la impunidad, pues se tiene a “personajes de cuello y corbata”
dirigiendo un pueblo o una institución educativa sin que sea sancionado por sus
delitos cometidos. A esta escoria de la sociedad, en el caso de algunos malos
directores, en lugar de sancionársele ejemplarmente pa ra que sirva como
escarmiento a otros truhanes que pretendan hacer lo mismo en perjuicio de los
niños, en lugar de juzgarlo o sancionarlos por sus presuntas fechorías, se les
premia para que sigan parasitando en sus escritorios y embolsillándose el
dinero que deberían invertir en favor de los estudiantes.
Así
lo comprobamos al revisar el cuadro donde se detalla las instituciones
educativas favorecidas con miles de soles por el gobierno en lo que denomina Transferencia
por mantenimiento de locales escolares.
Para
quienes desconocen, esto de transferencia
por mantenimiento de locales escolares, le diremos que no es otra cosa que
dar dinero a los colegios para que los directores realicen mejoras en los
locales escolares. Para ello, deposita miles de soles en la cuenta de los directores
y “son ellos y solamente ellos” quienes se encargan de disponer de estos miles
de soles
Así lo ha hecho el gobierno en los últimos
años. Sin embargo, muchos directores, en lugar de pensar en qué necesitaba la escuela
que mal dirigen, lo primero que pensaron fue en cómo sustraer estos miles de soles.
Tal
es así que existen muchas denuncias de directores que sacaron descaradamente
todo el dinero, presentaron boletas o facturas como si hubieran he-cho compras,
que por cierto nunca realizaron y otros presentaron boletas o facturas ab-ultadas,
modalidad delictiva que les permitió llevarse miles de soles, sin que sean sancionados
ejemplarmente. Por supuesto que estos directores tienen sus compinches que le
abultan las facturas o le dan facturas de favor por compras o trabajos que
jamás realizan y que les sirven a los facinerosos para justificar gastos que
nunca realizaron.
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