La
cruda realidad educativa nos presenta un panorama incierto en cuanto a la
formación de nuestra niñez y juventud, preocupando seriamente a los padres de
familia, quienes buscan en los meses de
vacaciones incrementar los conocimientos de sus vástagos. Constituyéndose las
academias como una salida para solucionar las dificultades que tuvieron los alum-nos en la época escolar.
Estas
entidades salvadoras que surgen en gran número en estas temporadas ¿cuentan con
el permiso correspondiente de las autoridades educativas?. Si eso es así bien
venida sea su labor. Pero no basta entregarles resoluciones o autorizaciones
como volantes, sino que debe hacerse una supervisión del trabajo que realizan para comprobar in
situ si la acción que educativa es la
requerida y así salvaguardar los intereses del padre de familia a fin de que no
sean estafados. Ya que es importante averiguar quiénes les dieron el tarifario
que actualmente manejan, ello en cuanto
a los centros particulares, y en
las instituciones estatales ¿dón-de van
a parar los fondos de plan de recuperación académica PRA?
Asimismo, las llamadas academias de preparación pre universitarias
deben ser objeto de un seguimiento toda vez que ALGUNAS hacen gala de haber logrado ingresar cincuenta o sesenta
alumnos, cuando en realidad el número
que se preparan es menor y el llamado “ingreso
masivo”, es sólo un slogan para captar a incautos.
Sabemos
de entidades que hacen un trabajo serio por años, pero reiteramos en los meses
de vacaciones escolares surgen una serie de academias que hacen dudar de una
verdadera vocación de servicio en bien del estudiantado, para convertirse en entes lucrativas, a quienes
no les interesa a quien se dañe al paso.
Es
tarea de la UGEL Chincha de frenar a quienes
pretenden engañar a los padres de familia, quienes invierten sus ahorros para mejorar la educación de sus hijos y al final la vida
sigue igual. No hacerle una
adecuada supervisión sería simplemente
ser cómplices de los abusos que hacen
con los sufridos padres que buscan un
presente mejor y así tener un ansiado
futuro.
(J. Alberto Martínez Mendoza)
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