En la misa que celebró el lunes 16 de setiembre en la
Casa Santa Marta, el Papa Francisco señaló “que un buen católico debe
entrometerse en la política y que lo contrario no es un buen camino para los fieles”.
De esta manera el Santo Padre salió a responder a quienes
sostienen que los ´católicos no debemos participar en política, porque ésta es
sucia y por lo tanto quien participa en ella es indigno de ser cristiano. Muy
por el contrario el Papa Francisco recordó que "la política
-dice la Doctrina Social de la Iglesia- es una de las formas más elevadas
de la caridad, porque sirve al bien común. No puedo lavarme las manos, ¿eh? ¡Todos
tenemos que dar algo!"
Y en su reflexión el vicario de Cristo sostuvo “hay la costumbre
de solo hablar mal de los gobernantes y sobre las "cosas que no van
bien": "ves las noticias en la televisión y los apalean, apalean;
lees el periódico y lo mismo, ¡siempre lo malo, siempre en contra!".
Con esto el obispo de Roma nos está dando un fuerte jalón de
orejas a todos aquellos que desde una cómoda posición, sólo nos limitamos a
criticar pero que no hacemos nada por cambiar la realidad existente, y sobre
todo no queremos involu-crarnos en la actividad política, por miedo o por temor
al qué dirán, a las críticas, y de esta forma dejamos el camino libres a
quienes sin los escrúpulos suficientes,
acceden a la conducción de los gobiernos, sean locales regionales o nacionales.
Y a quienes así piensa, el Papa Francisco responde "Un buen
católico no se inmiscuye en política. Eso no es cierto. Este no es un buen
camino. Un buen católico debe entrometerse en política, dando lo mejor de sí, para
que el gobernante pueda gobernar. Y ¿qué es lo mejor que podemos ofrecer a los
gobernantes? ¡La oración! Eso es lo que dice Pablo: ‘La oración para todos los
hombres y para el rey y para todos los que están en el poder’.
Por lo tanto, concluyó el Papa, "demos lo mejor de
nosotros, ideas, sugerencias, lo mejor, pero sobre todo lo mejor está la
oración. Oremos por los gobernantes, para que nos gobiernen bien, para que
lleven bien a nuestra patria, a nuestra nación, y también al mundo”.
(Alberto Mórtola Aburto)
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