Siempre se ha
manifestado con justificadas críticas, que Chincha es tierra de nadie, por cuanto
actualmente existen algunos malos conductores de mototaxis, que lejos de acatar
las disposiciones vigentes sobre la transitabilidad vial, hacen tabla rasa a
las recomendaciones dictadas por las autoridades pertinentes.
Lamentablemente, tenemos
exigua superioridad para poner coto a tantos desmanes que cometen estos irresponsables
mototaxistas, ya que a la fecha hacen lo que mayor les placen; allí tenemos la
hartamente cuestionada calle Oscar Raymundo Benavides Larrea del cercado de
Chincha Alta, mejor dicho la tercera cuadra de la mencionada arteria, que pese
a que se ha demarcado las líneas del tráfico; estos señores si así se les
puedes denominar, no las respetan en absoluto, ya que le han tomado como una
vía de doble sentido, vale decir de subida y bajada, además de haber
considerado como paradero al frontis del Mercado de Abastos de esta ciudad.
Ahora, si se ha
programado operativos inopinados sobre el particular, entonces aflora la siguiente
interrogante el porqué a las pocas horas que son intervenidos estos choferes,
muy orondos circulan nuevamente con las lunas polarizadas, cortinas en la parte
trasera, una serie de alegorías en la partes laterales y de remate por la Plaza
de Armas de esta localidad.
Cabe mencionar que estos
conductores, no consideran en definitiva las demarcaciones de la
transitabilidad, por ejemplo se estacionan en los pases peatonales, para
muestran están las calles Los Ángeles, Miguel Grau, 28 de Julio, que son vías
convergentes a la plaza princi-pal, sin que nadie les digan algo al respecto.
Como también son tan difamadores
que declaran en los medios de comunicación masiva, que la policía de tránsito
por el simple caso de no darles un incentivo le impone papeletas de
infracciones por las puras sin medir las
graves consecuencias.
Sabemos que hay gremios
sindicales que agrupan a estos choferes, pero ellos no deben prestarse para defender
lo indefendible, muy por el contrario deben reeducarlos con una alturada
cultura vial, recomendándoseles que sus derechos terminan, cuando comienzan los
mismo de los demás.
Hablar de la
semaforización, es como escribir en el viento y firmar en el mar, ya que no la
respetan y no les interesa la vida de las personas. Son tan temerarios que
manejan a altas velocidades por las angostas calles de la ciudad, dan vuelta en
U en plena vía pública, prue-ba de ello, está la calle Pedro Moreno Chumbiauca,
la misma que de la noche a la mañana, el municipio local le ha dado el rango de
avenida o sea de doble sentido, sin haberle demarcado los pases peatonales ni
menos los debidos carriles.
Cabe también mencionar
que existen muy buenas y honrados motaxistas, que demuestran una caballerosidad
única, por tan motivo merecen ser respetados. Pero ante la situación demostrada
y en vista del desmedido parque automotor, se hace necesario que en esta
provincia funcione una Escuela de Choferes para el manejo de vehículos menores,
donde se imparta las principales reglas de tránsito, los manuales de urbanidad
y respeto a sus semejantes.
Estamos.
Por: Juan Manuel Medina
Caña
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