Cada día la audacia de los delincuentes
llega a límites insospechado. A uno, incluyendo mi persona, nos pueden
sorprender de una y mil maneras, porque para ellos, por lo que se ve, no hay
nada imposible.
Este caso le sucedió al señor Miguel
Peña Llanos, quien domicilia en la primera cuadra de la Avenida América, en Chincha
Alta.
Resulta que el pasado miércoles, al
promediar las 7:30 de la noche, recibió la visita de su compadre Fanklin Bozza,
a quien hacía días que no lo veía.
Luego de ingresar esta persona a la
sala de su hogar, ambos se enfrascaron en un ameno dialogo familiar,
encontrándose presente también en el lugar, su esposa e hijos pequeños. En ese
encuentro feliz, los dos compadres se acordaron de todo, pero no se acordaron,
como medida de precaución, de cerrar la puerta principal que da a la calle.
Este olvido, precisamente, fue
aprovechado por dos delincuentes quienes abruptamente ingresaron a la vivienda,
y con pistolas en mano encañonaron a
todos los presentes, exigiéndoles al
mismo tiempo a que les entregasen el dinero que portaban en sus bolsillos y los
que tenían en casa.
Uno de estos sujetos se adelantó a
buscar lo que quería, mientras el otro, fijo en el suelo, les apuntaba con el
arma.
Así, de esta manera, los ladrones se apoderaron de una laptop marca
Toshiba color plomo, de propiedad de la empresa Sociedad Virú donde trabajaba,
un canguro que contenía 3 USB y la suma de 300 nuevos soles.
Luego del asalto, que duró escasos
minutos, los asaltantes ejecutaron varios disparos al aire, y en seguida abordaron
una mototaxi color azul en lo que se desplazaron con dirección a la Av. Fátima.
Uno de ellos era de tez morena y el otro se encontraba
encapuchado.
0 comentarios:
Publicar un comentario