miércoles, 19 de diciembre de 2012

HOLA SOLEDAD - RAUL SOTELO LEVANO


“Yo soy un pájaro herido que llora solo en su nido porque no puede volar, y por eso estoy contigo, Soledad yo soy tu amigo, ven que vamos a charlar”.
Soledad, debes comprender que estar encerrado entre cuatro paredes dando vueltas y más vueltas en el mismo lugar, es desesperante. Me tienta salir, pero ¿a dónde y con quién?
“Pues, una noche de ronda por el centro de la ciudad podría ser. Tienes todo el derecho de disfrutarlo, pero te advierto que es peligroso y las tentaciones son muchas”.
Soledad, tú llenaste el vacío que me envolvió tan de repente dejando mi alma triste y vacía. Hemos convivido juntos desde entonces y eso compromete mi gratitud y mi cariño. Sabes, como que el amor ha asomado entre nosotros. Soy pésimo cantando, pero escucha este bolero:
Sin ti no podré vivir jamás,
y pensar que nunca más estarás junto a mi;
Sin ti, que me puede ya importar, si lo que me hace llorar está lejos de aquí;
Sin ti, no hay clemencia ni dolor, la esperanza de mi amor, te la llevas al fin;
Sin ti, es inútil vivir, como inútil será el quererte olvidar.
Soledad, me acompañaste en los momentos más dolorosos y oscuros de mi existencia, y el calor de tu presencia me reconfortó. Cuando las fuerzas comenzaron a flaquear, tu férrea decisión me convenció que no debía rendirme. Es más, impediste que intentara desesperado poner fin a mis tormentos.
Pero los tiempos cambian Soledad y las personas también. Discúlpame, pero voy a dar un giro a mi vida. He decidido desligarme de ti y tomar otro rumbo. Quiero conocer la otra cara del amor aunque tenga que abandonar este nido que hemos compartido. Créeme que lo siento mucho, y es grande el dolor que me causa hacerlo. Te juro que será inútil tratar de olvidarte.
“Te entiendo, no puedo hacer nada para impedirlo, pero ¿Quién cuidará de ti; quién atenderá tus continuos desvelos nocturnos? ¿Crees que alguien estará siempre a tu lado día y noche como si fuera tu sombra, que es lo que he estado haciendo? Vamos, respóndeme mirándome la cara, y no me vengas a decir que “yo me las arreglaré solo” porque eso sería tu fin”.
“Muy bien, si así lo has determinado, pues, anda sal y vete, pero ten presente quedonde te encuentres te recordaré siempre. Puedes volver cuando quieras, y aquí me encontrarás ¿Qué paradoja, me llamo Soledad y me  quedo completamente sola?
Avancé dos o tres pasos hacia la puerta, pero el débil sollozo de Soledad me paró en seco. Recordé que en la vida hay un instante supremo donde decidimos nuestro destino. Es como tener por delante una línea divisoria que te invita pasarla o volver tras tus huellas. Es un tomas o lo dejas. Es un sí o un no rotundo.
Giré en redondo, y allí estaba ella como esperando mi decisión. Pude haberle dicho muchas cosas, pero solo me salió de las profundidades del alma un enternecedor: “Hola Sole-dad, seguiremos compartiendo nuestro nido como anteshasta cerrar los ojos para siempre”.
La claridad del atardecer permitió ver a dos figuras fundidas en un tierno abrazo.
Otrosí digo: Se mastican pero no se pasan, y en esta Navidad que es una celebración religiosa cuyo mensaje es paz y amor, el alcalde provincial y su teniente alcalde, que al parecer ha sido vacado, una vez más rivalizan midiendo sus fuerzas.
El árbol navideño que está en la entrada del local del Municipio es gestión de Lucio Juárez, y el otro que está en la rotonda de la Plaza de Armas, es decisión de César Carranza. Cada uno tratará de colmar su árbol con vistosos y costosos regalos que se entregarán al filo de la medianoche del 24 a los ciudadanos que pasen por allí.
¿Ambos se saludarán como lo harían dos caballeros en esta fiesta popular? Yo creo que sí, pero será un auténtico abrazo del oso, donde cada quien tratará de quitarse el aire y no pararán hasta que uno caiga asfixiado. El Papá Noel lo llevará en su trineo al hospital más cercano.
Otrosí digo: ¿Se habla y se escribe que este 21 de diciembre, los 4,500 millones de años de existencia que tiene nuestro planeta, llegará a su fin. Personalmente, estoy seguro que ese día será uno más en el calendario, y el Sol saldrá y se ocultará como siempre lo hace. El 22 estaré vendiendo los diarios como si nada hubiera pasado.
Los científicos afirman que la Tierra sí desaparecerá, pero en unos 5,000 millones de años más adelante, cuando el Sol más rojo que siempre estalle como una caldera hirviendo, y prácticamente quemará a Mer-
curio, Venus, Tierra y Marte que están cerca de él. Solo es cuestión de esperar.
No tengo miedo al fin del mundo, pero si me aterra que ese día 21, no pase nada y todo siga igual como estamos ahora: guerras, matanzas, terremotos, inundaciones, enferme dades incurables, destrucción del hábitat y ecosistema de nuestro planeta causado por el hombre, que cada día se convierte en más violento, peligroso e insensato. Ha confundido aquél mensaje que dice “amaos los unos a los otros”, por “armaos los unos contra los otros”.
En el 2050 seremos 9,000 millones y todo lo negativo que hoy padecemos se triplicará y entonces sí que pediremos al cielo que todo se acabe para no sufrir más.
Hasta allí, ni usted ni yo estaremos vivos para presenciarlo.


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