Para muchos, sabemos que San
Andrés antes de ser distrito era una Caleta de Pescadores, tiene un
reconocimiento especial por el lugar en donde llegaron los primeros griegos a
esta dulce tierra, apareciendo los apellidos Falconi, Cómina Constantino,
Canelo y otros confundiéndose con los primeros pescadores del lugar formaron
sus familias, casándose con mujeres del lugar para realizar el trabajo en
la caza del pescado en el mar, donde se encontraban grandes
cantidades de cardúmenes de cojinovas, corvinas, las lizas, los bonitos,
pejerreyes, cazados tras el tendido de las redes de hilo al mar; en la
pesca de la pinta utilizaban el nylon con el plomo el anzuelo para armar
los cordeles para pescar cabrillas, cojinovitas, cabinzas, caballas etc.
Esta zona se caracterizó por
los fuertes vientos conocidos como paracas los que se daban todos los años en
el mes de agosto.
Los primeros pescadores al
lanzarse al mar para realizar su pesca los hacían en pequeñas
embarcaciones conocidas como bote, llevando 02 remos para bogar y llegar
al lugar de la pesca que podría ser Punta de Pejerrey, el Ovillo, Ballesta, Islas
Chincha, Sangayan etc. Costumbre de cada tripulante era llevar su costal
en donde guardaban su ropa de trabajo, frazada, chompa y chalina para
abrigarse y protegerse del frio, portaban un cajón en donde iba una olla, la
tetera, dos o tres pocillos, un primus para cocinar los alimentos, un barrilito
para el agua; cada tripulante llevaba su víveres consistente en pan,
azúcar, queso mantequilla son sus frutas
Los primeros pescadores en San
Andrés eran hombres fuertes, muy respetados en el litoral peruano, por
ser los mejores remeros para las regatas en embarcaciones, evento
que se realizaba todos los años en el día 29 de junio como festejo por ser el día
del pescador, como así también para Fiestas Patrias días 29 y 30 de julio, tanto
en las regadas como carreras de nado y otras actividades que resaltaban esos
días, costumbre que se está perdiendo en el transcurso de los años por el poco
interés de las autoridades.
Conforme pasaban los años la
pesca se fue modernizando; llegaron los primeros motores gasolineros fuera de
borda hacia más fácil el trabajo al pescador para llegar más rápido
a las zonas de pesca como son a Lagunilla, Laguna Grande, La Hierba; sin temor
a los vientos desafiaban el día o la noche en la realización del tra-bajo
para traer el sustento diario de su familia, aprovechar la abundancia del
bonito, cojinova, corvina que estaban por dichos lugares.
No todo era felicidad en el
pescador; tenía sus días tristes y amargos, porque sufrían la pérdida de
un amigo, un familiar por la bravura del mar que los hacia naufragar volteándole
su embarcación; muchas de ellas quedaban totalmente destruidas, otras se
perdían; es triste recordar, no los amilanaban para dejar este trabajo, mas los
fortalecía en seguir desafiando su bravura, para felicidad y tranquilidad de su
familia en traer las especies marinas para el consumo en la provincia de Pisco,
en el departamento de Ica, como en Lima capital del Perú.
Recuerdo por el año de 1963, llegaron
pescadores de San Andrés con sus embarcaciones al primer Puerto de Perú,
el Callao para “correr” bonito, cada una con 06 cordeles con sus respectivos
anzuelos, 02 en popa y 02 en ambas bandas; se arrojaban al agua para
que se enganche, se jalaba subiéndolo al bote, el pescador
“chalaco” se sorprendía ver la facilidad que tenían los de San Andrés en
este trabajo, por la forma como navegaban parado en la popa, dirigiendo
el motor ya sea con el mar calmado o con fuerte viento, muchos de ellos
decían que los pescadores pisqueños “eran brujos” porque
nunca se caían al agua cuando “corrían” bonito.
Por aquella época en los bares
del Callao se escuchaba por primera vez la voz de Lucho Barrios cantando Marabú,
era una loquería induciendo a ena-morar a las bellas mujeres chalacas
por parte de los pescadores de San Andrés; también se realizaban pelas en donde
todo era a puño limpio sin que nadie se metiera, terminada ésta, se daban la
mano, quedaban como amigos, no como ahora que se engendra el odio y la venganza.
Se recuerda a un chalaco conocido como “Clavelito”, salido recién del Frontón,
se hizo muy querido con los sanandresinos; los protegían, haciéndolos respetar,
porque recibía de cada pescador sus bonitos como forma de pago; al terminar la
temporada ese personaje se vi- no junto con ellos, para vivir en la calle
Santa Cruz en donde, era muy querido.
Hoy se busca recuperar esos grandes
homenajes al pescador San Andrés, donde el día central se realizaban grandes
carreras a remos, paseo al patrón por el mar, paseos del público que llegaba al
distrito por su día.
Por: Antonio De la Cruz
Ramírez
San Andrés, 23 de junio 2014