En un reciente estudio como parte del proceso para
optar la licenciatura en Psicología, señala la estrecha relación entre la
violencia familiar que perciben los estudiantes con los niveles de agresividad
manifestados por estos al ser evaluados en el ámbito escolar de una institución
educativa ubicada en el distrito de Pachacútec, Ica.
La investigación, realizada con 168 estudiantes de
tercero y cuarto año de secundaria, determinó que existe una correlación
positiva y significativa entre las dos variables (Rho =.557), es decir, que, a
mayor nivel de violencia familiar, se encuentra una mayor cantidad de
expresiones agresivas en los adolescentes evaluados.
“La violencia familiar es un problema social que,
además, tiene repercusiones directas en el desarrollo emocional, conductual y
académico de niños y adolescentes.”, afirma el autor en su investigación.
Algunos de los hallazgos principales indican que el 84 % de los varones y el 68
% de las mujeres reportaron a haber vivido violencia familiar, mientras que el
puntaje más elevado de agresividad, moderada a alta, fueron detectados en el
70.5 % de varones, y el 78.8 % de mujeres; asimismo, la dimensión más frecuente
fue violencia psicológica, lo cual se condice con hallazgos altos en ira,
hostilidad y agresión física. Además, se encontraron diferencias significativas
por sexo y tipo de agresividad: los varones reportaron también más agresión
física mientras que las mujeres más puntajes elevados en hostilidad e ira, lo
cual podría explicarse a través de estilos diferenciales de socialización y
núcleos familiares diferenciados. “La familia es el primer agente socializador,
pero si ésta es violenta, el adolescente “aprende a ser” y a reproducir
historias de agresión como escape o mecanismo autoimpuesto para resolver
conflictos”, refiere al documento, basándose en la teoría del aprendizaje
social.
El autor insta a actuar desde la escuela y la familia,
evitando la normalización de la violencia como factor de riesgo para la
individualidad de los estudiantes y el rendimiento y vivencia del entorno
escolar. El autor recomienda campañas preventivas, orientación psicológica,
fortalecimiento de aptitudes emocionales y núcleos familiares para el grupo de
estudiantes en un nivel evaluativo bien alto.
Por: Bach. Psic. Percy Abril Salcedo Gutierrez






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