El repudiable caso de violencia familiar se registró en el interior de una precaria vivienda, ubicada en el asentamiento humano José Carlos Mariátegui, en Pueblo Nuevo.
De acuerdo a la denuncia policial presentada por la persona agraviada, de 26 años, ella refiere que los hechos se suscitaron en circunstancias que se encontraba haciendo las labores domésticas en su casa, acompañada de sus dos menores hijos, uno de 9 años y el otro de 3, cuando de repente se hizo presente el papá de su última hija, en aparente estado de ebriedad, y sin motivo alguno le propino a ella (a la denunciante) varios golpes en el rostro y la boca que la hizo sangrar.
Luego de estas violentas contusiones, su conviviente
llamado J. Arriola (22), le vociferó palabras soeces y aún más rompió varios
vasos de vidrio delante de sus menores hijos que comenzaron a llorar de temor,
ocasionándole con ello posibles e irreversibles daños psicológicos qué
perdurarán siempre.
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