Nutricionista señala que estos productos contienen altos niveles de azúcar y grasa trans que afectan nuestra salud
De acuerdo a la Organización Mundial de la
Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de defunción
en el mundo. Según las estimaciones, se cobran cada año 17.9 millones de vidas.
Estas enfermedades agrupan una serie de trastornos del corazón y los vasos
sanguíneos, como la cardiopatía coronaria, los accidentes cerebrovasculares y
enfermedad vascular periférica.
Los factores de
riesgo conductuales más importantes de las cardiopatías y los accidentes
cerebrovasculares son la alimentación poco saludable, la inactividad física,
el consumo de tabaco y el consumo nocivo de bebidas alcohólicas. Además, los
efectos de los factores de riesgo conductuales pueden manifestarse en forma de
hipertensión, hiperglucemia e hiperlipidemia, además de sobrepeso y obesidad.
Ante ello, la
licenciada en nutrición del Hospital Nacional Arzobispo Loayza, Roxana Román,
recomendó a las personas cambiar la comida procesada por alimentos saludables y
naturales con el fin de evitar enfermedades cardiovasculares que compliquen su
salud.
“Si la persona
tiene sobrepeso u obesidad es un factor de riesgo y deben bajar de peso para no
afectar su sistema cardiovascular. Dentro de los otros cuidados está el reducir
el consumo de sal, lo cual no significa que no la consuma. Además, se debe
conocer que los alimentos procesados contienen más sal, pues la industria alimentaria
utiliza aditivos, conservantes como fosfato disódico, hidróxido sódico glutamato
de sodio, etc. y todo eso los encontramos en los snacks, embutidos, sopas
instantáneas, conservas, comidas congeladas, etc., entonces la población debe
restringir estos productos procesados”, aseveró.
La especialista
consideró necesario que las personas reemplacen las grasas malas como las trans
que las encontramos en alimentos que probablemente duran más, pero tiene
grandes cantidades de conservantes. Tal es el caso de la margarina, las
galletas dulces de diversos sabores y colores, con alto contenido de azúcar y
grasa trans, que, si bien es agradable al paladar, pero no sabemos que esta
grasa ingresa a nuestro organismo y obstruyen nuestras arterias, y a futuro
generan diversas enfermedades arteriosclerosis.
“Lo ideal es
dejar estas grasas malas y optar por las grasas buenas como el aceite de oliva
extra virgen, palta, aceitunas, nueces, pecanas, además de aumentar el consumo
de fibras solubles que están en la avena, frutas, menestras, linaza o chía”,
indicó. Para la nutricionista, la fibra soluble es importante porque permite
atrapar el colesterol y glucosa para evitar estas enfermedades
cardiovasculares, por ello la importancia de consumir pescado que es rico en
omega 3 e incorporar frutas y verduras.
Carbohidratos
y azúcar
Con relación a
los carbohidratos, la licenciada explicó que existen dos tipos: los complejos
que se absorben lentamente y no elevan la glucosa y se encuentran en los
tubérculos, cereales integrales, menestras, quinua o trigo, además de aportar
fibra, y está el carbohidrato simple que es todo lo que contiene azúcar como
gaseosas, dulces, etc., y al consumirlos, el exceso de la glucosa, es guardado
en forma de grasas por el hígado y va directamente a la sangre, lo cual eleva
los triglicéridos y genera el hígado graso.
“Es decir,
mientras seguimos consumiendo estos productos, el páncreas sigue trabajando,
llegando un momento en que ya no genera poca insulina y desarrolla la diabetes
mellitus que también está relacionada con las enfermedades cardiovasculares”,
detalló.
Roxana Román
comentó que se debe reducir su consumo de azúcar; es decir, si se opta por
comer avena o pan, ya no se le debe colocar ningún dulce, si no complementarlo
con proteína como un huevo.
“En el caso de
las frutas, lo ideal para aprovechar sus vitaminas, minerales y antioxidantes
es consumirlas en su forma natural. Cuando licuamos se pierde sus propiedades
nutritivas y beneficiosas. Un ejemplo claro es el jugo de naranja, esta fruta
contiene potasio, vitamina c y fibra, pero para hacerlo necesitamos más de 3 y
con ello se aumentan las calorías, los carbohidratos, le quitamos la vitamina C
porque es sensible a la luz y al calor. Las malas combinaciones alteran la
calidad del producto. Los antioxidantes se deben aprovechar en su consumo de
forma natural como es el caso de las verduras y frutas”, refirió.
En ese sentido,
consideró que todo paciente con una enfermedad cardiovascular debe asistir a un nutricionista para evitar las
complicaciones. “Mientras tengamos alimentos sanos, naturales debemos aprovecharlos,
porque la aparición de la obesidad y diabetes es por el consumo de alimentos procesados
que contienen alto índice de azucares y grasas saturadas y trans. La obesidad es
la mamá de diversas enfermedades, sobre todo de las enfermedades
cardiovasculares”, aseguró.
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