Tras los operativos para erradicar
el comercio ambulatorio, los policías municipales, serenazgo y policía nacional
han logrado una reducción notoria del comercio informal.
Pero lamentablemente a pesar de las reiteradas advertencias y decomisos
en aplicación de la ordenanza municipal, los comerciantes informales persisten
en su desafío a la normativa, fomentando actitudes rebeldes entre ellos,
ocasionando desorden público.
Esta negativa a cumplir con las ordenanzas no solo genera molestias en el tránsito peatonal y vehicular sino, que al estar las calles antihigiénicas, ello constituye una amenaza directa para la salud pública, por la falta de limpieza en sus actividades comerciales, donde algunos vendedores dejan por ejemplo las vísceras del pescado regados en el piso, aclaramos que no son todos.
Por ello es necesario que las amas de casa se abstengan de adquirir
productos de origen dudoso de los comerciantes informales, lo que obligaría a
que ellos y algunos formales, se ubiquen en mesas o locales para vender sus
productos.
De esta manera las calles estarían
libres y limpias para que peatones y vehículos transiten de manera fluida.
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