Por: Ed. Dr. Claudia Viveros Lorenzo
Cuando veo a Marcelo, no puedo ver otra cosa más que
un hombre que no puede creer lo que le ha pasado. Todos sabemos que el proceso
interno que Morena realizó para seleccionar a su próximo candidato
presidencial, dejó mucho que desear, (no quiero decir que fue un “cochinero”) y
sobre todo, que en ese proceso, influyó muchísimo la “voluntad” de “ya saben
quién”. Que, ha como de lugar, no dejará que el poder se le vaya de las manos
todavía, por lo que se alejó de Marcelo y levantó la mano de Claudia desde hace
meses, empezando así un rompimiento con Ebrard, el cual siempre le fue fiel.
El ex canciller es un político de cepa, con
experiencia, que en este sexenio ha sido pieza clave en momentos críticos. Sin
él todo hubiera sido más difícil para nuestra cabecita de algodón, pero, tiene
ideas propias, demostró que es un ser pensante, individual, con opinión y eso,
al inquilino de Palacio, no le ha gustado. Prefirió lo que se puede manipular
más fácilmente, y según sus encuestas, Marcelo quedó en segundo lugar, a una
distancia de 15 puntos de Claudia. Y obvio Ebrard esta despechado. Sí, así lo
califico, con un semblante de despecho que no puede disimular, y cómo no, si ha
trabajado mucho para llegar.
Y mientras algunos solo creen que está haciendo una
rabieta que le costará su carrera política, otros, comenzamos a visualizar los
posibles escenarios dependiendo sus próximas decisiones. Desde el minuto uno de
la designación de Sheinbaum, declaró que el pase lo que pase, estará en la
boleta de votación 2024. El Diputado con licencia, Gerardo Fernández Noroña, ha
calificado de “vulgar” su pretensión, lo cual es el claro reflejo de la
posición de su partido. La mayoría lo visualiza formándose en las filas de
Movimiento Ciudadano, cosa demasiado predecible.
Pero, si pero, como todo en esta vida puede pasar, y
como ya nada es sorprendente, quizá Marcelo está realmente calculando detenidamente su siguiente paso. Ya el Frente
Amplio por México, ha lanzado a través de Xóchitl Gálvez la invitación a su proyecto,
cosa que podría ser de gran ayuda para ella, pues al lanzarse Marcelo a una
candidatura, estaría dividiendo el voto y eso a la única que ayudaría sería a
la Dra. Sheimbaun. Es por ello que más que una posición “vulgar”, quizá Ebrard,
debería plantearse el ¿por qué y para qué? Olvidando protagonismos. Ojalá
nuestros políticos tuvieran realmente el deseo de que nuestro país pueda salir
de ese profundo hoyo al que parece que estamos condenados. Mientras, seguimos
teniendo el “Jesús en la boca”, escuchando las noticias. El proceso que parecía
sería sin color, se ha tornado de sorpresas inimaginables. Es por ello que la
política es tan fascinante. Está difícil y todo puede pasar, ya lo estamos
viendo. Y no podemos solo dejarle a los candidatos el protagonismo de esto, no.
Los protagonistas seremos cada uno de los mexicanos que acudiremos a las urnas,
los cuales tenemos la responsabilidad de hacerlo en consciencia plena,
informados y con la decisión ecuánime para un futuro mejor, para el crecimiento
de nuestro país y cada uno de nosotros, para tener lo merecemos.
Marcelo por favor, cabeza fría y emociones
controladas. Yo sé que los desengaños son terribles y la deslealtad cala, pero
siempre lo mejor está adelante.
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