La victima evita ir al colegio, puede
presentar insomnio o hipersomnia, inapetencia o incremento del apetito,
nerviosismo, dolores de cabeza, déficit de atención y concentración, trastornos
estomacales, alopecia, sudoración sin motivo aparente, mutismo, aislamiento,
sensibi-lidad emocional y sobre todo ánimo apagado entre otros signos.
Cualquier cambio de conducta en sus extremos deben ser de alerta para aperturar
el dialogo con los niños y adolescentes.
Hace unas
semanas, una pequeña de doce años, presunta víctima de bullying por parte de
sus compañeros de clase, cayó aparatosamente desde el cuarto piso de su
colegio, sufriendo graves contusiones que la mantienen en la UCI.
El hecho se
agravó cuando el padre de la menor descubrió en el celular de su hija,
conversaciones donde recibía comentarios e insultos por su peso, peinado, modo
de vestir, que habrían sido determinantes y constantes en la vida escolar de la
pequeña. Y quien habría dejado en el celular un mensaje de despedida.
Al respecto, el
psicólogo Luis Arias Valle, Vocal Consejero del Consejo Directivo Regional I de
Lima y Callao del Colegio de Psicólogos del Perú, quien es además especialista
en Desarrollo Humano y Convivencia Escolar indica: “cuando hablamos de
bullying, nos referimos a una relación asimétrica donde hay una persona o un
grupo de personas (Acosadores) que ejercen poder sobre otra que reúne ciertas
características que la convierten en víctima”. Todo esto ocurre ante
estudiantes que actúan indiferentes, son los llamados espectadores.
Los agentes
educativos maestros y otros responsables del cuidado de los estudiantes, deben
realizar una permanente observación para determinar situaciones de conflicto
donde puede darse el caso que un estudiante ejerza el control sobre el
colectivo escolar.
En este punto,
el Ps. Arias Valle precisa que la confianza es un eje fundamental para activar
todo aquello que permita conocer que es lo que pasa con los hijos en casa. La
crianza se debe fundamentar en dos conceptos básicos: El plantea-miento de
normas y el acompañamiento afectivo.
Si solo impone
normas y no pone afecto es un padre autoritario. Si pone afecto y no impone normas
es un padre permisivo. Si no impone
normas ni pone afecto es un padre negligente. Si impone normas y pone afecto es
un padre democrático. Este último es el
idóneo para aplicar en la crianza de los hijos.
El rol de padres
o apoderados es efectivo en función al estilo de crianza empleado y enseñar que
los hijos tienen que saber comunicar lo que les pasa en el día, sostiene el
experto.
El especialista
del CDR 1 de Lima y Callao del Colegio de Psicólogos, considera que una manera
efectiva de abordar el bullying es trabajar la promoción, prevención y
mediación. Promoviendo en el colegio y en el hogar que sucedan experiencias
buenas, previniendo situaciones negativas. La mediación es una estrategia
efectiva para regularlos conflictos de convivencia escolar.
Así mismo señala
que el acosador, desde la perspectiva psicológica, también está afectado y es
una víctima que tiene que ser atendida.
Enfatiza que el rol de los alumnos espectadores es importante, toda vez
que son los que conocen la existencia del acoso, pero se abstienen de apoyar a
la parte acosadora o a la víctima. Deciden mantenerse «neutrales».
Pues ellos no
son quienes lastiman a la víctima. Agrega que esto es una percepción errónea,
ya que la pasividad ante el dolor de la víctima evidencia que ésta no les
importa, y normaliza el comportamiento del acosador. Por tal motivo hay que
concientizarlos a que comuniquen estos hechos a las autoridades escolares.
Plantea la
conveniencia de que haya un psicólogo en cada colegio, realizando su trabajo en
el escenario mismo de la convivencia escolar. La observación y el registro de
conducta por parte de este profesional es crucial para detectar oportuna-mente
estas situaciones.
De otro lado, el
entrevistado recomienda que se debe entrevistar de manera individual a víctima
y acosador, para determinar las características de su personalidad y convocar a
los padres. Informándoles sobre lo que está ocurriendo y comprometerlos en las
estrategias de intervención para abordar el tema.
La cultura de la
promoción y prevención debe ser parte de la cultura organizacional de los
colegios.
Promoviendo
valores, realizando campañas de prevención, generando desde la neurolingüística
una manera de hablar en positivo. Contribuyendo a realizar una labor de concientización
entre toda la comunidad educativa.
Las situaciones
aisladas, deben ser manejadas de acuerdo a las características propias de cada
persona, indica el especialista.
Es importante
detectar a tiempo los signos de alerta de la víctima, acosador y comportamiento
de los padres y la escuela indican los psicólogos del Consejo Directivo
Regional I de Lima y Callao del Colegio de Psicólogos del Perú
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