Por: Oscar Velit Bailetti
El Papa ha pedido "fraternidad" y "diálogo" para hacer frente a la "guerra cruel e insensata que amenaza al mundo" durante la ceremonia que ha presidido en la basílica de San Pedro del Vaticano para consagrar Rusia e Ucrania al Corazón Inmaculado de María y pedir la paz.
"En estos
días siguen entrando en nuestras casas noticias e imágenes de muerte,
mientras las bombas destruyen las casas de tantos de nuestros hermanos y
hermanas ucranianos indefensos. La guerra atroz que se ha abatido sobre muchos
y hace sufrir a todos, provoca en cada uno miedo y aflicción", ha señalado
Francisco en la homilía durante la Celebración de la Penitencia, a la que
asisten cerca de 3.000 personas, entre ellos, el embajador de Ucrania ante la
Santa Sede, Andriy Yurash.
Según ha
informado el director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni,
fuera de la basílica se han concentrado cerca de 2.000 personas para rezar por
la paz en Ucrania. Paralelamente, el cardenal polaco Konrad Krajewski, que
dirige la limosnería Apostólica en el Vaticano, ha realizado el mismo acto en
Fátima como enviado del Santo Padre.
El Papa ha
asegurado que ante la guerra la humanidad experimenta "un sentido de
impotencia y de incapacidad". "Necesitamos escuchar que nos digan
"no temas". Pero las seguridades humanas no son sufícientes, es
necesaria la presencia de Dios, la certeza del perdón divino, el único que
elimina el mal, desarma el rencor y devuelve la paz al corazón", ha
añadido.
El obispo de
Roma ha ase-gurado que lo que es "importante" es reconocer que las
fuerzas de los hombres "no son suficientes". "Nosotros solos no
logramos resolver las contradicciones de la historia, y ni siquiera las de
nuestro corazón. Necesitamos la fuerza sabia y apacible de Dios, que es el Espíritu
Santo. Necesitamos el Espíritu de amor que disuelve el odio, apaga el rencor,
extingue la avidez y nos despierta de la indiferencia", ha apuntado.
El Pontífice ha manifestado que este gesto de consagrar a la Virgen "la Iglesia", "la humanidad entera" y "el pueblo ucraniano y el pueblo ruso" no es "una fórmula mágica, sino de un acto espiritual".
La Conferencia
Episcopal de Ucrania había solicitado al Papa Francisco la consagración de
Rusia tal y como resulta en los episodios conocidos popularmente como los
'Misterios de Fátima', que se refieren a las supuestas revelaciones que la
Virgen entregó a tres jóvenes pastores en la localidad portuguesa de Fátima en
1917, el mismo año en el que arrancó la revolución que desembocaría en su etapa
soviética.
El primero fue
una visión del infierno; el segundo, una profecía sobre la primera guerra
mundial, y el tercero, el martirio de millones de cristianos, y un ataque
contra el Papa. En aquella ocasión, la Virgen María les anunció que más
adelante vendría para pedir la Consagración de Rusia a su Corazón
Inmaculado, y la Comunión reparadora de los primeros sábados'.
Los jóvenes
pastores que se llamaban Lucía, Jacinta y Francisco y señalaron que la Virgen
les había dicho en una de las apariciones: "Si se escuchan mis peticiones,
Rusia se convertirá y tendrán paz; si no, esparcirá sus errores por el
mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia".
0 comentarios:
Publicar un comentario