La policía al
constatar el hecho ilícito en el inmueble señalado, observó que la puerta del
primer piso de material noble, (portón de fierro) se encontraba abierta y
forzada, y la del segundo piso que usa como dormitorio, también tenía señales
de haber sido forcejeada, con algún tipo de herramienta que habrían
utilizado.
Dentro de este
ambiente de regular dimensión, los facinerosos se apoderaron de una cocina
eléctrica, y artefactos, ropa y otras especies. Su sorpresa fue grande al
encontrar su propiedad en total desorden presumiendo que los hampones
bus-caban dinero en efectivo y prendas de valor.
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