POR: VICTOR CAMPOS ÑIQUE
Abraham Quispe Lévano es el amauta del periodismo chinchano.
Su aporte es inmenso por la constancia en el oficio y hacer del Diario “Verdad
del Pueblo”, que fundara por allá en el año 1962, toda una institución que
hasta hoy se mantiene en un mundo cuando las publicaciones suelen desaparecer
con inaudita facilidad.
Debe haber sorteado un sinnúmero de dificultades para
mantener en vigencia la institución periodística que emprendió y llevó adelante
con un nombre que fuese el reflejo de la voz popular. Y soy testigo de
excepción del esfuerzo que de forma diaria le ponía a su trabajo.
En mi adolescencia e influenciado por la personalidad de mi
padre, Pedro Pablo Campos Valdez, quien también escribió para la “Verdad del
Pueblo” y gran amigo de Abraham, busqué que colaborar con el Diario. Abraham
Quispe Lévano me acogió en la redacción con particular afecto y siempre
recordando la figura de mi papá.
No sólo me acogió, sino que me enseñó muchas estrategias
para redactar las notas periodísticas más elementales, hacer realizar preguntas
claves, a indagar más sobre el entrevistado. Pasó el tiempo y tenía algo de
temor proponerle tener una columna de opinión de corte cultural. Y me dije:
quizá va a rechazar mi propuesta porque soy demasiado joven o no tengo las
condiciones suficientes.
Al decírselo la sorpresa fue mía, porque acepto mi
iniciativa y hasta me dijo que piense en un nombre. Aquella columna se llamó
“Chincha, arte y cultura”. Qué noble el maestro al permitirme escribir y
publicar mis opiniones sobre el ámbito de la cultura en mi querida tierra
chinchana.
Abraham Quispe Lévano más allá de los cargos ocupados y
reconocimientos recibidos, era sobre todo, un hombre sencillo, humilde,
centrado, ecuánime, generoso, laborioso. Recuerdo que en una oportunidad para
el Día del Periodista acudió a las ceremonias protocolares y luego me percaté
que ya no estaba con nosotros y al preguntar y consultar sobre su ausencia, me
supieron decir que había regresado a la sede del periódico porque tenía que culminar
algunas notas. Así era el maestro
Abraham Quispe Lévano.
Tengo pendiente publicar mi libro, inédito todavía, titulado
“Personajes chinchanos”, en donde uno de ellos es obviamente nuestro querido y
admirado Abraham Quispe Lévano. Pero además suelo tener en mi Facebook una
suerte de galería de fotos con diversos personajes y recordé que no tenía una
con Abraham, por lo que fui a visitarlo al Diario y le pedí tomarnos un selfie.
El maestro aceptó. Y aquella vez fue una de las últimas veces que pude hablar
con él y compartir brevemente. La fotografía me permitirá perennizar su imagen
física, pero sus enseñanzas y su amistad hará eterna mi gratitud,
reconocimiento y admiración.
El Diario “Verdad del Pueblo” seguirá su ejemplo porque es
ya para Chincha toda una institución periodística que él no sólo fundó, sino
que hizo que estuviera al servicio de la población.
El maestro Abraham Quispe Lévano ha partido a la eternidad,
dejándonos claros ejemplos y enseñanzas como periodista y ser humano.
ABRAHAM QUISPE LÉVANO
¡PRESENTE!
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