Por: Ed. Dr. Claudia Viveros Lorenzo
Nos falta poco para cumplir un año de
comenzar a vivir esta emergencia sanitaria que no tiene para cuando acabar. Nunca
imaginamos cuanto afectaría y cambiaría nuestro modo de concebir la vida. Lo
chistoso es que nos hablan de nueva normalidad, por un lado, y por otro
pareciera que todo debe seguir igual y se debate entre realizar o no, eventos
multitudinarios, por ejemplo, sin tener (parece) una conciencia clara de todo
lo que esto podría repercutir. Y es que, nuevas cepas de COVID 19 se empiezan
asomar y esto ha provocado que todos nos detengamos alarmados a pensar que
vamos para una lucha larga contra este virus, y que parece no a todos, les cae
el veinte de que puede llegar a ser mortal. En Brasil se ha tomado la decisión
ya, de suspender este año las fiestas carnestolendas que siempre han
distinguido al país. Y obvio que esto repercutirá en su economía, pues sabemos,
que estás eran punto de atractivo anual para que millones de turistas llegaran
a disfrutarlas. Los juegos olímpicos de Tokio que debieron ser en julio del año
pasado, los organizadores los recorrieron para el 23 de Julio de este año tentativamente.
Sabemos que esta es la cuarta vez en su historia, que los juegos se han
cancelado, las tres primeras en 1916, 1940 y 1944, solo por guerras mundiales y
que en 2016, se habló de manera muy cercana de la suspensión por la crisis del
virus Zika, pero finalmente se llevaron a cabo sin mayores repercusiones. Pero
el Coronavirus no es un Zika.
En
Veracruz y Boca de Río, todavía se escucha el rumor de que el carnaval se
pudiera rea-lizar, la propuesta de cambiarlo para verano sigue en pie, pero
dicen que no hay decisión to-mada por completo al respecto. ¡Dios Santo! ¿Se
imagina?
La verdad que yo, no quiero. Porque de plano
sería una total falta de sentido común llevarlo a cabo. ¿Acaso prospectan uso
de gradas guardando la sana distancia?
Nos guste o no la vida ha cambiado y no vamos
a regresar a lo de antes fácilmente. Creo que más que seguir perdiendo el
tiempo en querer hacer lo de antes con nuevos protocolos. Lo que nos urge en
proponer nuevas cosas. Lo que teníamos era muy lindo, pero ya es pasado. Es
como cuando nos la pasamos recordando lo felices que fuimos con una ex pareja,
y por eso no podemos encontrar otra. Y es que no cerramos el ciclo. Inventemos,
propongamos, soltemos. La creatividad tiene que estar a la vuelta de la esquina
y preparada para otorgar otras posibilidades, pues de carnavales y Juegos
Olímpicos no se vive, pero de buena salud sí. Evita reuniones de cualquier tipo
por favor. Cuídese y cuide a los suyos. Es importante para todos ser
consciente.
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