CORRUPCIÓN:
APROVECHANDO EL
PÁNICO
Por:
Alfredo Pachas
Parecía que con esta crisis sanitaria la
corrupción había amainado, pero nos equivocamos. Ha vuelto con fuerza y está
mostrando lo que ya existía y parece que se quedará por siempre, como el virus
que enfrentamos. Es indignante ver algunos políticos, servidores públicos,
policías y otras autoridades lunfardas que se aprovechan de la emergencia para
hacer negocios. Pero la corrupción. - no es un consuelo decirlo. - existe en todo
el planeta y es tan antigua como la humanidad, sino recordemos la historia que
se narra cuando. - en el año 350 a. c.
-Alejandro Magno apresó a un humilde bucanero por pescar en el mar y lo encaró
diciéndole: ¿Te parece correcto infestar el océano con tus piraterías?. Este con gran ingenio le respondió: “Lo mismo que te parece a ti, tener infestado
el orbe, solo que yo porque pirateo en un pequeño bajel me llaman ladrón y a ti
con una armada imponente que te apoderas de todo el piélago te llaman emperador”. Hasta Napoleón permitía a sus funcionarios
robar siempre y cuán-do administren con eficiencia.
Nuestro país no se queda atrás, ya en la
época de la colonia. - así lo señala A. Quiróz en su libro “Historia de la
corrupción”. - los corregidores aprovechaban que los indios adultos y los
incapacitados estaban exonerado de las gabelas, sin embargo, a todos les
cobraban por igual los tributos, pero reportaban menos ingresos a la corona.
Hasta el santo padre, en su última visita al Perú le espetó a un ex gobernante
porque existían tantos ex presidentes y políticos presos, denunciados e
investigados por corrupción, éste sorprendido, solo atinó a soltar una
carcajada rítmica tipo “Papá Noel”.
Aquende resulta
detestable ver gente aviesa que aprovechándose de su poder y ficticia behetría
cual cesaré romano buscan rapiñar del erario nacional como si el estado fuera
un enorme percherón al que todo el mundo debe expoliar y, lo más indignante en
plena pandemia tratan de “aprovechar el pánico” apoderándose de los bienes
públicos, sino miren no-más como se
suceden contratos amañados, pidiendo igual en los procesos de compras de
equipos de bioseguridad ( barbijos, guantes, gel, jabones y otros productos de
higiene); adquisiciones de alimentos en mal estado o por debajo de su peso,
hasta incluyendo en las canastas de víveres alimentos vencidos o de programas
sociales anteriores o sin registros sanitarios. Hasta un ex ministro y un
coronel de la policía cuestionados por compras subvaluadas o adquisiciones a
proveedores fantasmas o de su entorno amical y/o familiar. Una jefa de farmacia
robando mascarillas para venderlos en su droguería, bonos o víveres entregados
a personas fallecidas o que no lo merecían como en el caso de la madre de una
congresista o a la suegra de un regidor. Un gobernador regional entregando
canastas de alimentos con el logotipo de su partido. Un alcalde entregando
atunes malogrados, pérdidas millonarias de medicinas en un hospital de Huánuco,
hasta un municipio de esa región entregando víveres incompletos; en Junín
municipios otorgando alimentos de mala calidad y a granel; en Ancash un
gobernador investigado por construcción de camas UCI inadecuadas; en Loreto un
médico vendiendo medicinas del hospital; compras amañadas en la aviación
policial y paremos de contar. Como progresar, si la corrupción continúa como
máculas o pupas que nunca sanarán. Tantos políticos con una moralina que
pregonan corrupción cero, pero siempre es más de lo mismo que parece cierta la
expresión: “hablar de la historia de la política. - salvo honrosas excepciones.
- es hablar de la historia de la corrupción”.
Cada vez se escucha frases célebres de
algunos políticos o autoridades “ganapanes” como: ¡Dame la mía!; “la plata
llega sola”; “Si todo el mundo roba”; ¡Un faenón!; “Hay que robar lo de ley”;
“roba poco, pero hace obras; “500 verdecitos”; “sentadito sin hacer nada te cae
tus 2 palos”, tantas frases que servirían de insumos para editar un libro.
Resulta abominable observar tantos nefarios que sin importarle la lacería de gente
humilde que se muere por falta de medicinas y/o alimentos se aproveche de la
situación de emergencia. Tanta razón tenía J.C. Mariátegui cuando decía
que---“somos una sociedad secuestrada a sus sueños y postrada a su realidad” o
como lo expresó un conocido analista político: El Perú ... “es una sociedad
enferma, parece el Dios Saturno porque devora a sus hijos e hijas, es una
sociedad que no tiene héroes porque no tiene ciudadanos …”. Ahora más que nunca cobra relevancia lo que
en su momento sentenció M. Gonzales Prada:
.. ” en donde se aprieta el dedo salta la pus..” todo por culpa de algunas autoridades y
clase política que irónicamente se les puede tildar como: “más derechos que
rabo de chancho
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