Psicóloga Betsy Cartagena Huamán
Consultora en Protección de Derechos/Gestión Local – Territorial
Actualmente existe un gran número de familias desintegradas,
con hijos/as menores de por medio, por los cuales alguno de los padres disputan
por la tenencia de los mismos, ya que considera que quien los tiene bajo su
poder no reúne las condiciones necesarias para hacerse cargo, esta dinámica generalmente
se suele dar después de la separación o divorcio.
Dentro de ello aparecen un conjunto de síntomas que se
van produciendo en los hijos/as, cuando uno de los padres utilizando diferentes
estrategias, transforma su conciencia con el objetivo de impedir, obstaculizar
o destruir sus vínculos con el otro, produciendo un mensaje y programa en los
hijos/as lo que normalmente es denominado “Lavado de Cerebro”, desarrollando un
odio patológico e injustificado hacia el progenitor alienado, lo que
definitivamente traerá consecuencias para el desarrollo físico y psicológico de
sus hijos/as, provocando un deterioro de la imagen que tienen de él, es decir
no se sentirán orgullosos de sus padres o de su madre como los demás niños/as.
¿Qué indicadores nos pueden permitir detectar si
existen síntomas del SAP? Insultar o desvalorizar al otro progenitor en
presencia del hijo/a, impedir el derecho de convivencia con sus hijos/as,
implicar al entorno familiar y a los amigos en los ataques al ex cónyuge,
subestimar o ridiculizar los sentimientos de los niños/as hacia el otro padre,
incentivar o premiar la conducta despectiva y de rechazo hacia el otro, bastará
con que los niños/as vean que esa actividad hace feliz a la madre o al padre
para ofrecer su dolor y así reconfortar al adulto alienador, influir en los
niños/as con mentiras sobre el otro llegando a asustarlos, se puede detectar
también cuando intentan justificar el rechazo con explicaciones razonables
absurdas e incoherentes, utilizando diálogos o frases propias de su progenitor
alienador.
En el SAP, uno de los progenitores trata de modelar o
programar a su hijo/a para que re-chace al otro, este fenómeno aparece sobre
todo en los pro-cesos intrafamiliares con alto grado de conflictividad post
ruptura, por lo que se hace indispensable la intervención por parte del sistema
judicial.
Es característico el poder observar como surgen
sentimientos negativos tras una separación sentimental, son los menores
implicados quienes sufren más con la ruptura, sobre todo cuando sus padres los
utilizan para perjudicarse mutuamente apareciendo el SAP, siendo esta
una forma de maltrato infantil, por lo tanto el
afrontamiento post ruptura por parte de los progenitores es crucial para el
bienestar de los menores, pues el sufrimiento de estos a causa de la irresponsabilidad
de sus padres resulta injusto e irrazonable.
Es indispensable para poder valorar la existencia de un
SAP, las conductas de rechazo a la interacción parento – filial, manifestadas
por el menor hacia uno de sus padres, generalmente el rechazado o excluido
suele ser con el que no convive, pero pueden y definitivamente hay excepciones,
ya que si tienen un régimen de visitas el que no vive con él/ella aprovechará
ese espacio para manifestar sucesos negativos de quien lo tiene a cargo, por
ello resultará importante el detectar dicho rechazo. Será relevante así mismo,
el poder establecer una relación causal, es decir una conexión directa entre el
rechazo manifestado por el o la menor, hacia una interacción paterno filial con
uno de sus padres y las conductas y actitudes del otro.
Es evidente que se trata de una problemática que causa
un grave deterioro funcional en los niños y niñas a Nivel Conductual, Emocional
y Cognitivo, por lo tanto - puesto que el bien jurídico radica en el Interés
Superior del Niño - es indispensable que las personas encargadas de determinar
la existencia o no del Síndrome de Alienación Parental, ayude en el proceso anteriormente
mencionado al Órgano jurisdiccional, lo que permitirá tomar las decisiones más
pertinentes en estos casos.
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