Elementos
que viven al margen de la ley vienen dejando intransitables la calle Pisco, ubicada
en el cercado de Chincha Alta, así como el Parque de la Madre situado en la
avenida Fátima.
Respecto
a las sustracciones de adoquines en la calle Pisco, habían iniciado por la segunda
cuadra y ahora han comenzado a robarse los adoquines en la tercera cuadra, hasta
llegar a la esquina del pasaje Donayre, dejando intransitables estas vías de
gran importancia por la fluidez vehicular por donde se desplazan las unidades
motorizadas que vienen del Coliseo Cerrado, Avenida San Martín y de otras vías,
para salir a las calles Ayacucho, Junín y Grau e ingresar a la Plaza de Armas
de Chincha Alta.
Ahora
se ha hecho notoria la sustracción de los adoquines en las entradas al Parque de la Madre, dejándola
prácticamente deteriorada.
Lamentablemente,
alguien les compra los adoquines a un
sol o tres soles, para colocarlos en casas de campos o pasajes al ingreso
de establecimientos comerciales o restaurantes, situación ésta que contribuye a
los delitos contra el patrimonio, además de malograr el ornato de la ciudad.
Al
parecer el Municipio Provincial no tiene un depósito adecuado para
almacenarlos, porque también correría el riesgo de ser sustraídos y vendidos a
malos ciudadanos que contribuyen al robo sin importarles atentar contra el
ornato público.
Frente
a esta situación es lamentable que nuestras autoridades policiales, o Serenazgo
no puedan observar pese a lascampañas periodísticas, el robo de estos adoquines
que se producen en la madrugada, al parecer por elementos dedicados al consumo
de estupefacientes, para adquirir droga y con ello fortalecerse para actuar en
la delincuencia, ellos conducen una carretilla y también portan
lampas.
Ojalá
que nuestras autoridades en conjunto tomen decisión frente a este problema que
no solo afecta a los conductores de vehículos, sino al vecindario, además de
atentar contra las vías públicas.
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