Nota Social
Ramón Herrera
Fajardo no se lo esperaba. Ese día, un año más de su exitosa existencia le
cubriría una inmensa alegría, y su hogar conformado con su esposa
Carmela Espinoza de Herrera, fue escenario de una auténtica reunión familiar.
Sus hijos Lisbeth, Cristhian y Edward Herrera
Espinoza, en complicidad con doña Carmela y familiares cercanos, le ofrecieron
con justa razón la mayor sorpresa de su vida. Para Ramón los globos
multicolores, serpentinas, la torta con la U de su Universitario de Deportes,
los sones cubanos, los mariachis, y lo más importante la presencia de sus hijos
formando fila para saludarlo por su onomástico, incluyendo a Lizbeth recién
desembarcada del avión que lo trajo desde Colombia.
Lo tienes bien merecido Román Herrera como que eres
un magnífico esposo y excelente padre de Familia. Se abrió el baúl donde se
guarda el tesoro que más aprecia en tu vida, y esa noche brilló con más intensidad.
A tu salud apreciado amigo con un brindis de un buen
pisco de uva quebranta.
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